Berlín, 3 Dic (Notimex).- Los mercados financieros reaccionaron con frialdad a los anuncios de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), con las bolsas de la eurozona acercándose al ámbito negativo y ya por la tarde abundaban los números rojos.
El índice bursátil alemán DAX cayó esta tarde 2.17 por ciento a los 10 mil 947.54 puntos, mientras los mercados de bonos incrementaron fuertemente sus rendimientos.
Estos dos comportamientos son una señal de que los mercados esperan mucho más de la Reserva Federal de Estados Unidos, después que las medidas del BCE fueron un tanto decepcionantes.
En opinión del presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW, por sus siglas en alemán), Marcel Fratzscher, todavía hay margen para acometer en el futuro una nueva flexibilización de la política monetaria.
“Los mercados se han sentido decepcionados porque el BCE había prometido una mayor expansión. En los últimos años, el Banco Central Europeo siempre sorprendió con su política monetaria porque era más expansiva de lo esperado”, dijo.
Por su parte, el jefe del Instituto IFO de Múnich, Hans-Werner Sinn, aseguró que el tamaño del programa de compra de deuda del BCE es suficiente.
“El programa ya tiene dimensiones formidables, por lo que hacer todavía más es exagerado, en vista de los efectos que ya se han podido ver en la economía”, aseguró Sinn.
“Con este comportamiento se refuerza la sospecha de que el BCE se dedica a rescatar a los bancos y a los estados en lugar de centrarse en la estabilidad de precios”, aseguró Sinn.
Como parte de las críticas en Alemania, el presidente de la Asociación Alemana de Seguros (GDV, por sus siglas en alemán) aseguró que con sus anuncios, el BCE “continúa su arriesgado experimento de política monetaria, sin tener en cuenta las consecuencias peligrosas”.
El BCE despidió el año con una batería de medidas que tienen como objetivo dar un impulso a la inflación, que desde hace meses se encuentra en niveles mínimos, muy alejada del mandato de la institución monetaria de mantener el nivel de precios por debajo pero cercano al 2.0 por ciento.
El Consejo de Gobierno del BCE aprobó este jueves un recorte en la tasa de depósito de 10 puntos básicos, pasando del anterior -0.2 por ciento al -0.3 por ciento.
Esta decisión, que penalizará a los bancos, tiene como objetivo principal forzar a las entidades financieras a que presten dinero a empresas y familias, lograr que haya más liquidez circulando en la economía real y propiciar, por lo tanto, la tan ansiada subida de precios en la eurozona.
Además, el presidente del BCE, Mario Draghi, confirmó la extensión del programa de compra de deuda conocido como QE hasta, como mínimo, marzo de 2017, aunque matizó que podría ampliarse más tiempo en el caso de que en ese momento el nivel de la inflación sigua siendo bajo.
Asimismo mantendrá la barra libre de liquidez a tres meses y reinvertirá el dinero de los bonos que hayan vencido.
El paquete de medidas aprobadas este jueves en Frankfurt se completó con la ampliación de la lista de activos elegibles del programa QE, que a partir de ahora incluirá también bonos emitidos por organismos públicos como ayuntamientos o regiones.
Preguntado por la fría recepción de los anuncios en los mercados, Draghi aseguró que “se necesita tiempo antes de que estas medidas puedan ser apreciadas”.