AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) Los bomberos en el centro de Texas necesitan unos días más para controlar un incendio forestal que ha destruido decenas de viviendas, pero las autoridades dijeron el sábado que hay suficientes avances para permitir el regreso de algunos residentes a sus vecindarios.
El incendio de Hidden Pines ha consumido unas 1.862 hectáreas (4.600 acres) y arrasado con casi 50 viviendas y siete negocios, la mayoría al norte del Parque Estatal Buescher.
Steve Pollock, principal coordinador regional de combate a incendios en el Servicio Forestal Texas A&M, dijo que las llamas están controladas en 40% y se ha establecido un cortafuegos para impedir su propagación.
Unos 200 bomberos de todo el estado participan en el combate al incendio durante el día y Pollock dijo que un avión cisterna DC-10 traído de Tennessee arrojó el viernes más de 45.400 litros (12.000 galones) de retardantes sobre partes que aún ardían a fin de cerrar los huecos faltantes en el cortafuego.
El alguacil del condado Bastrop, Terry Pickering, dijo que se planea permitir que algunas personas regresen a sus hogares para el sábado por la noche.
No se ha informado de heridos desde el comienzo del siniestro el martes. De acuerdo con una investigación preliminar, un granjero causó por error el incendio cuando desplazó una máquina trituradora por maleza alta, lo que hizo que fragmentos de la hierba cortada se encendieran debido a un cojinete sobrecalentado.
El incendio ha calcinado más de 11 kilómetros (siete millas) de bosques en una zona a unos 65 kilómetros (40 millas) al sureste de Austin. Pero el coordinador de emergencias del condado Bastrop, Mike Fisher, dijo que los bomberos “han comenzado a imponerse” al fuego.
Kari Hines, vocera del Servicio Forestal, dijo que el incendio no se había extendido a mayor ritmo en las últimas 24 horas.
Dijo que la principal preocupación para los bomberos son las brasas que arrastra el viento hasta grandes zonas sin vegetación quemada, lo que causa más llamas.
El incendio afecta gran parte de la misma zona devastada por un siniestro mucho mayor y difícil de controlar en 2011 en el que murieron dos personas y 1.600 viviendas fueron destruidas.
Pero esta vez los vientos son mucho menos fuertes que los que los de hace cuatro años que rebasaron la capacidad de acción de los bomberos.
Unas 400 viviendas fueron evacuadas desde el comienzo del incendio de Hidden Pines. Unos 200 residentes se han registrado en albergues locales, aunque según las autoridades, pocos han pasado las noches en esos lugares pues la mayoría duermen en moteles o en las casas de sus amigos.