Los servicios secretos rusos detuvieron hoy a cuatro presuntos miembros de un grupo terrorista que planeaban cometer atentados en la red de transporte público de Moscú, para después escapar a Siria y unirse a las filas del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
“El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, ex KGB) detuvo a cuatro miembros de un grupo extremista, entre ellos ciudadanos rusos y de Asia central, que preparaban atentados con el uso de bombas de fabricación casera en las infraestructuras de transporte de Moscú“, informó el FSB en un comunicado.
Indicó que durante el registro de los domicilios de los detenidos, las fuerzas de seguridad descubrieron un taller para la fabricación de explosivos, una bomba casera con metralla lista para ser usada, componentes para su fabricación, armas automáticas, municiones y granadas, así como material y videos de carácter extremista.
Las actividades de los cuatro presuntos terroristas, que formaban parte del EI, eran dirigidas desde Siria, según el FSB, que agregó que los detenidos tenían planeado incorporarse a las filas del grupo yihadista en Siria tras perpetrar atentados en Moscú, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
Rusia ha reforzado las medidas de seguridad tras el atentado del pasado 3 abril en el metro de San Petersburgo, que dejó16 muertos y decenas de heridos.
Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó redoblar la seguridad ante la posibilidad de que grupos yihadistas aprovechen la Copa Confederaciones que se disputará a partir del próximo 17 de junio en San Petersburgo, Moscú, Kazán y Sochi para perpetrar atentados.