Londres, 29 Oct (Notimex).- El director del servicio de inteligencia británico MI5, Andrew Parker, advirtió que el Estado Islámico (EI) planea ataques en Reino Unido y reconoció que el terrorismo islamista es la mayor amenaza que afronta el país en las últimas décadas.
La amenaza que sufrimos hoy en día alcanza una escala y un ritmo que no había visto en toda mi carrera, admitió Parker, con más de tres décadas de experiencia, durante una conferencia en la City de Londres.
Reveló que las fuerzas de seguridad frustraron el año pasado seis atentados en el país, algunos de los cuales estaban organizados por el grupo yihadista desde el extranjero.
Estamos viendo conspiraciones contra Reino Unido dirigidas por terroristas en Siria e inspiradas a través de internet, gracias al sofisticado uso de la tecnología que está haciendo el EI, dijo Parker.
Se utiliza toda la gama de herramientas de comunicación modernas para difundir su mensaje de odio y para inspirar a los extremistas, a veces tan jóvenes como los adolescentes, para llevar a cabo ataques, agregó.
Explicó que muchas de las comunicaciones que mantienen los extremistas se producen a través de una diversidad de servicios y plataformas digitales, las cuales quedan fuera del alcance de la agencia de seguridad británica.
Necesitamos herramientas para acceder a las comunicaciones de los terroristas a través de internet. Es tan necesario como lo era hace años interceptar comunicaciones escritas o llamadas telefónicas, indicó.
En los últimos años, los servicios de Inteligencia y el gobierno del primer ministro, David Cameron, han coincidido en la necesidad de aumentar los poderes de las agencias de seguridad para reducir los riesgos de que se produzcan atentados similares a los del 7 de julio de 2005.
A pesar del éxito hasta ahora de las operaciones para abortar atentados en territorio británico, el director del MI5 advirtió que no hay signos de la que la amenaza vaya a debilitarse.
Más de 750 británicos han viajado a Siria en los últimos meses para unirse a los yihadistas, lo que supone un riesgo para la seguridad nacional tanto por la posibilidad de que regresen radicalizados como de que organicen desde allí ataques contra Reino Unido.