El diario Folha de Sao Paulo asegura en su edición de este jueves que se trata de una tregua no declarada con el objetivo de minimizar la sensación de inseguridad en las calles de la ciudad, que está siendo destacada con énfasis por la prensa internacional.
La suspensión afectará también al Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), considerada una de las policías más duras del mundo, y que interviene casi a diario en las favelas de Río de Janeiro.
Ante el aumento de la conflictividad y los homicidios en la ciudad, las autoridades ya habían adelantado un mes el programa de contingencia de la violencia, al desplegar a inicios de mayo dos mil policías militares suplementarios en la excapital, una medida prevista inicialmente para ser adoptada pocos días antes del Mundial.
Los datos públicos reflejan un reciente aumento de la criminalidad en una ciudad que desde finales de 2008 está llevando a cabo una política de pacificación de las favelas por parte de la policía militar.
Los homicidios aumentaron un 21.9 por ciento en el primer trimestre de 2014 respecto al mismo período de 2013, así como el robo al transeúnte (46.5 por ciento) y el robo de vehículos (50.7 por ciento), según datos del Instituto de Seguridad Pública (ISP).