La familia de Sahota es de India, en el estado de Punjab, y suele visitarlos una o dos veces al año. Una vez, mientras estaba en el aeropuerto Heathrow esperando su vuelo, se compró un libro. Tenía 18 años y era la primera novela que leía en su vida, escogió “Hijos de la medianoche” de Salman Rushdie. Fue ese libro, dijo, porque su historia se desarrolla en India y fue publicado el año que nació (1981), además de que pensó que “más valía” buscar un autor famoso para pasar el tiempo con él.
“La narración me generó una sensación apabullante y a cierto nivel la idea de que las historias son algo que valen la pena y que el arte y la literatura y el arte son algo por lo que vale la pena morir y vivir”, dijo Sahota a The Associated Press en una entrevista reciente durante su participación en la delegación de autores del Reino Unido, país invitado de honor de la FIL Guadalajara.
Tras de esta primera experiencia de lectura y mientras cursaba matemáticas en el Imperial College de Londres, “leía un libro tras otro, cuando estaba en la universidad quizá leía de tres a cuatro novelas a la semana”.
En un mundo asaltado por trilogías para jóvenes como “Crepúsculo”, “Los juegos del hambre” o “Maze Runner”, resulta bastante raro que un chico de 18 años lea por primera vez una novela.
“La gente me dice que empecé tarde. Fue porque quedó fuera en mi programa educativo, las novelas no eran parte del plan, para nuestros exámenes de gado leíamos poesía, teatro, memorias pero no había novelas”, dijo Sahota quien nació en Derby y creció en Chesterfield, Inglaterra. Entre sus escritores latinoamericanos favoritos destacó al mexicano Carlos Fuentes, al chileno Roberto Bolaño y la joven mexicana Valeria Luiselli.
Pasó poco tiempo para que todo aquello que leyó lo llevara a querer escribir. En el 2005 los ataques terroristas de julio en Londres lo impactaron y esto le llevó a su primera novela, “Ours are the streets”.
“Uno de los atacantes, Mohammad Sidique Khan, era de Leeds y yo vivía en Leeds en aquel entonces, a una milla de él y eso me hizo pensar qué podría hacer que alguien muy parecido a mí. tomara un camino muy diferente”, apuntó. “También me pareció que yo tenía que decir algo de un tema que quizá no había sido analizado”.
Ante los ataques de 2001, 2005 y los recientes atentados en París mensaje cobra más fuerza.
“Nos da la sensación de que no hemos aprendido la lección”, dijo Sahota, quien sin embargo subrayo que cada caso es diferente. “Necesitamos entender la complejidad individual de cada caso”.
“Ours are the Streets”, de 2011, está escrita desde el punto de vista de Imtiaz un joven británico-paquistaní que decide convertirse en un atacante suicida. La narración transcurre entre Sheffield, Inglaterra, Pakistán y Afganistán.
Imtaz es un inmigrante de segunda generación, casado con una mujer blanca con la que tiene un hijo. Su contacto con los grupos extremistas surge cuando va a Pakistán al funeral de su padre.
“Creo que una de las razones principales es el sentido de no pertenencia en el país, sentir que no eres admitido, que al salir de tu puerta lo que ves no refleja lo que llevas dentro”, apuntó Sahota sobre las motivaciones para su personaje. “Si nunca sientes esa conexión y en cambio te dicen toda tu vida, de manera sutil o no tan sutil, que eres in invitado y que estás ahí gracias a su benevolencia”.
La novela fue nominada al premio Daily Mail de ficción en 2011 y para el premio East Midlands en 2012. Al año siguiente Sahota fue incluido en la lista de “Los mejores novelistas británicos jóvenes” de la revista Granta.
Este año su segunda novela, “The Year of the Runaways”, fue finalista del premio Man Booker, uno de los más prestigiados de Gran Bretaña. En este libro cuenta la historia de tres inmigrantes ilegales indios, que llegan a Sheffield.
“Soy hijo de inmigrantes, mi familia, mis abuelos son inmigrantes, soy la primera persona que nació en Inglaterra”, sostuvo el autor quien actualmente está casado y tiene dos hijos.
“Creo que la migración es un tema complicado en todo el mundo. El mundo es un lugar muy cómodo y rico para una cantidad muy pequeña de gente y la desigualdad que existe entre ese pequeño grupo que tiene tanto y todos los demás, la parte de abajo que tiene tan poco, crea esa necesidad de que la gente busque su parte del derroche. La gente lleva a niveles muy desesperados para lograrlo”.
Por ahora la historia de Sahota con Rushdie continúa.
“Tuvo la amabilidad de hacer un comentario para la portada de mi libro (“The Year of The Runaways”) y eso es muy lindo, es como cerrar un ciclo”.