SSA descarta que nuevo etiquetado promueva consumo de azúcares

En un comunicado, recordó que el nuevo etiquetado fue sometido al proceso de consulta pública previsto en el Artículo 69-H de la Ley Federal del Procedimiento Administrativo en septiembre de 2013, siendo avalado por el Instituto Nacional de Salud Pública, la Academia Nacional de Medicina y la Cofemer, que en su proceso convoca a todos los sectores involucrados.

Precisó que el nuevo etiquetado incluye azúcares totales para no dejar fuera de la regulación a productos procesados con alto contenido de azúcares naturales, pero no promueven en ningún momento su consumo.

Refirió que el incluir el contenido de azúcares totales, tiene el propósito de transparentar el contenido nutrimental de alimentos y bebidas para que los consumidores tomen las mejores decisiones alimentarias.

Al recordar que a través de Cofepris regula a todos los alimentos y bebidas procesados, la SSA indicó que éstos pueden contener azúcares provenientes de dos fuentes, los naturales, como son los que se elaboran con fruta natural, y los añadidos, entre ellos los refrescos, caramelos, pastelitos y chocolates.

En este sentido, reiteró que el nuevo etiquetado prevé las dos fuentes de azúcares para incluir a todos los alimentos y bebidas reguladas por la Cofepris, para lo cual se establece un parámetro que contempla a las azúcares totales contenidas en el producto.

Asimismo, explicó que la expresión de kilocalorías de azúcares incluida en la reforma no constituye una recomendación de consumo de 360 kilocalorías provenientes de azúcares añadidos, toda vez que este parámetro sirve sólo como una referencia máxima de ingesta diaria de azúcares totales, donde ya están incluidos los azúcares añadidos.

También explicó que aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 200 kilocalorías de azúcares añadidos, el nuevo etiquetado va más allá de ese señalamiento, al tomar en cuenta los azúcares totales.

En ese sentido, subrayó que limitar la reforma del etiquetado a los azúcares añadidos a un producto, y no a los azúcares totales como se plantea, equivaldría a dejar fuera de la regulación sanitaria a muchos productos con alto valor calórico, como jugos y yogures.

Ejemplificó que si se adecuara la reforma con la propuesta de sólo tomar en cuenta azúcares añadidos, quedarían fuera los jugos que, en términos normativos, no pueden incluir azúcares añadidos, pero sí tienen un alto contenido de azúcares naturales.

De esta forma, sostuvo que las nuevas etiquetas alertarán a los consumidores del riesgo de consumir altos índices de azúcares presentes en todos los alimentos procesados, incluyendo los azúcares añadidos.

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