Más de una década después, la historia de cómo el diario The Boston Globe expuso el secreto de la iglesia es narrada en “Spotlight”, una película protagonizada por Michael Keaton, Rachel McAdams y Mark Ruffalo que se estrena el 6 de noviembre.
En Boston, donde el escándalo llevó a la renuncia del cardenal Bernard Law y a acuerdos con cientos de víctimas, las figuras clave representadas en el filme dicen que el mismo captura la conmoción del escándalo, el dolor sufrido por las víctimas y el trabajo realizado por los periodistas para sacarlo a la luz.
“Obviamente nos encontramos con algo mucho más extenso y aterrador de lo que teníamos derecho a encontrarnos”, recordó Walter Robinson, interpretado en la cinta por Keaton, quien encabezó el equipo investigador que destapó el caso con una serie de artículos publicados en el 2002.
Los artículos detallaron cómo dirigentes de la iglesia, incluido Law, sabían que los curas estaban abusando sexualmente de niños pero los trasladaban de una parroquia a otra en lugar de retirarlos. La serie ganó el Premio Pulitzer por servicio público en el 2003.
La película muestra la angustia de las víctimas mientras narran sus historias a reporteros del Globe. El actor Neal Huff da vida a Phil Saviano, un hombre de Boston que fue abusado por un cura cuando tenía 11 años. En una escena, Huff sostiene una fotografía de su infancia. “Cuando uno es un niño pobre de una familia pobre y un cura le presta atención, es una gran cosa. ¿Cómo le dice uno que no a Dios?”, dice.
Alexa MacPherson, quien fue abusada y violada por un cura de Boston durante seis años, desde los 3 años de edad, dijo que ella y otras víctimas planean ir a ver juntas la película para poder darse apoyo mutuo.
“Siento que de alguna forma será catártico y sanador, aun cuando saque cosas a la superficie”, dijo. “Siento que uno no puede realmente sanar de verdad si no saca las cosas a flote”.
Para los reporteros, el filme es una representación realista tanto de los fracasos como de los triunfos del periodismo. Antes de la serie del 2002, el Globe había escrito numerosos reportajes sobre curas abusivos, pero no había escarbado más profundo para reportar sobre quién dentro de la arquidiócesis sabía lo que estaba pasando.
Poco antes de que Marty Baron asumiera el cargo de editor en el 2001, vio una referencia en una columna del Globe sobre documentos de la corte sellados en el caso de John Geoghan, un cura acusado de abusar de más de 100 niños. En su primer día de trabajo, les preguntó a los reporteros del diario si habían tratado de hacer que los documentos fueran desclasificados.
“Hubo un silencio en la sala”, recordó.
El equipo se puso a trabajar y los abogados del Globe fueron a la corte. Con el tiempo un juez desclasificó los documentos de la iglesia, incluyendo archivos con extensos detalles sobre cuándo la arquidiócesis recibió quejas de abuso sexual contra curas y quién en la jerarquía de la iglesia lo sabía. La explosiva serie de reportes del Globe desató una agitación en la arquidiócesis de Boston que se exacerbó cuando salieron a la luz revelaciones similares sobre curas abusivos alrededor del mundo.
El escándalo tocó en lo más hondo al reportero del Globe Matt Carroll, quien se enteró de que Geoghan vivía justo a la vuelta de la esquina de su casa.
“Yo tenía cuatro hijos pequeños en ese momento. … Puse una foto de Geoghan en la nevera y les dije, ‘Miren, niños, si ven a este tipo salgan corriendo en sentido contrario”, dijo Carroll.
La película, dirigida por Tom McCarthy, ya ha despertado rumores de Oscar. En su reseña, Variety la comparó con una de las cintas más famosas sobre periodismo: “All the President’s Men” (“Todos los hombres del presidente”).
Baron, interpretado por Liev Schreiber, dijo que espera que el filme envíe un mensaje sobre la importancia del periodismo investigativo.
“Necesitamos que las organizaciones noticiosas locales investiguen a instituciones, individuos con poder, que hagan a alguien responsable”, dijo Baron, ahora editor ejecutivo del Washington Post.
El vocero Terrence Donilon dijo que la Arquidiócesis de Boston ha tomado medidas enérgicas para asegurar la correcta investigación de antecedentes de los curas y que continúa enfocándose en ayudar a las víctimas.
“Reconocemos los terribles crímenes cometidos por el clero en contra de niños y la falla de muchos líderes dentro de la iglesia para lidiar de manera apropiada con estos crímenes”, expresó.
Saviano dijo que debe hacerse más.
“Espero que la película sirva como un incentivo para que el Vaticano se enserie más e imponga medidas para responsabilizar a los obispos y proteger a los niños”, expresó.