GUADALAJARA, México (AP) Un hijo de republicanos españoles exiliado en México, que ingresa a las filas de la URSS para hacer propaganda por el mundo y llega a Siria en la década de 1970, es el protagonista de “Clandestino”, el nuevo libro de Maruan Soto Antaki.
Así de imposible suena la historia de Ramón Costa Auad, y sin embargo, funciona gracias a su personalidad nómada y a su amor por dos mujeres: la burócrata soviética ucraniana Maria Tsvataeva y la palestina refugiada en Francia Laila Massabki, cuyas voces se mezclan con las del protagonista en el libro.
Pese a ir de un país a otro y pese a la caída del muro de Berlín, Ramón se niega al cambio mientras que Laila decide acompañarlo en su deambular, pero en su adaptación rechaza cualquier postura dogmática, incluyendo la ideología de Ramón. María también se adapta, pero de una manera diferente: aprende a vivir con los nuevos tiempos desde el ojo del huracán.
“Es la única que es capaz de llegar a Berlín tras la caída del muro y tomar un taxi y pagarlo con un billete de dólares”, dijo Soto Antaki en una entrevista con The Associated Press en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde presentó la obra. “Quizá por ella es que decidí reescribir y reescribir la novela”.
“Lo que hacía era un par de meses revisar una sola voz sin meterme con las otras, luego trabajaba en algún otro libro y regresaba a otra voz sin tocar la anterior”, añadió.
El gran tema de “Clandestino” son las ideologías de izquierda y la forma en la que chocaron con la realidad en la segunda mitad del siglo XX, diluyendo las fronteras con la derecha.
“Como lo que tenemos de este lado, el sueño americano, Ramón Costa está haciendo su sueño ruso. . Le debe todo al esquema ideológico que representa el comunismo y los partidos comunistas de la época, para después enfrentarse a sus mismos fracasos”, dijo el autor.
Por ejemplo, Ramón aterriza con Laila en Nicaragua para apoyar a los sandinistas, pero decide irse nuevamente cuando tras meses editando un periódico se da cuenta que el tedio puede más que la revolución.
“Creo que la ventaja de acercarse a estos temas desde la ficción”, dijo, “es que con este espejo que permite dibujar la literatura, que permite dibujar la ficción, este instrumento análogo de la realidad que son las novelas, se puede revisar qué sucedía en la cabeza de los individuos contra este entorno”.
Soto Antaki se parece un poco a Ramón, pues ha vivido en España, Siria, Francia y nació en la Ciudad de México en 1976, de madre siria y padre mexicano. En su libro “Casa Damasco” (2013) abordó la actual guerra civil en Siria. “Clandestino”, que presenta los orígenes del régimen de la familia Asad, era el libro que originalmente iba a publicar antes.
Ahora ve con mucho escepticismo que se pueda lograr una solución rápida para la guerra en Siria ante la represión del régimen de Bashar Al Asad, la intervención de su aliada Rusia y el aumento de la presencia del grupo Estado Islámico.
“Es el gran crimen de la humanidad del siglo XXI el pasar por alto lo que ocurría en Siria, el pasar por alto la crisis bélica, la crisis humanitaria, que transforma a Siria en la mayor crisis humanitaria que hemos tenido desde la guerra del Kosovo”, apuntó el también autor de “La carta del verdugo” y el libro de ensayo “Reserva del vacío”.
“Llevamos 12 millones de desplazados, dentro de los cuales hay 4 millones de niños, 300.000 muertos. ¿Cuál es el panorama ante esto? Increíblemente pesimista”, se lamentó. “Pero al mismo tiempo por tener un poco una relación en la zona debo tener la esperanza”.