Cancún, Q.Roo., 20 Sep (Notimex).- La mejor manera de conmemorar los 30 años de los sismos en la ciudad de México tiene que ver con mantener vigente el significado de la “solidaridad”, un valor que lamentablemente sólo en momentos de emergencia se aplica.
Así lo señaló José Antonio Contreras Rivero, un quintanarroense que vivió en la capital del país en 1985, tras agregar que dicho valor fue la mejor respuesta que se le pudo dar a esa tragedia y lo ideal sería que aplicarlo en todo momento, no sólo cuando se enfrenta peligro o problemas graves.
Testigo de lo que pasó en 1985 en la capital del país y en 1988 con la reconstrucción de Cancún tras el paso del huracán Gilberto, precisó que ambos fenómenos naturales dejaron una huella importante en los mexicanos, sobre todo porque tras ello la solidaridad fue la gran respuesta que mostró la sociedad civil.
“En Quintana Roo hay momentos de solidaridad, sobre todo cada año cuando hay una alerta de huracán, pero hay que insistir en que sea diario”, insistió.
En el marco de la conmemoración de los 30 años de la ocurrencia de los terremotos de la ciudad de México, sostuvo que es momento de demostrar el amor por el país, por lo que le sucede a sus habitantes.
“Tenemos que asumir un mayor compromiso, manifestarnos con amor por México. Si contamos las cosas buenas que hay en nuestro país, México sería otro”, afirmó Contreras Rivera en entrevista para Notimex.
En 1985, rememoró, cursaba estudios en el Centro de Estudios Superiores navales y me tocó participar activamente en los trabajos de rescate de víctimas.
Comentó que tres años después, le tocó, ya como asesor en la Secretaría de Turismo, cuando el titular era Antonio Enríquez Savignac, participar en la reconstrucción de Cancún.
“Viví el terremoto en la ciudad de México, todas sus facetas desde su inicio, sus réplicas, la reconstrucción, estuve inclusive en las zona más afectada, enfrente de la Alameda Central, el hotel Regis”, refirió.
Para José Antonio Contreras, los terremotos en la ciudad de México y luego el huracán Gilberto fueron acontecimientos que marcaron un antes y un después en muchos sentidos”.
Por su parte, Jesús Muñoz Serrano, habitante de esta ciudad que enfrentó hace 27 años los daños que ocasionó el paso de Gilberto, consideró que a la vuelta de los años, las sociedades tienen que aprender a convivir y a respetar a la naturaleza.
“En esta semana que se cumplen 30 años de los terremotos de la ciudad de México y 27 del impacto de Gilberto en Cancún, hay mucho que reflexionar”, subrayó.
En opinión del señor Jesús Muñoz, ambos eventos marcaron un antes y un después de lo que significa trabajar en equipo y tenerle respeto a la naturaleza.
“El huracán Gilberto y los terremotos nos pusieron los pies sobre la tierra, nos ubicaron”, afirmó.
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