Si la oposición logra arrebatar la mayoría de los escaños a los aliados del gobierno del presidente Nicolás Maduro, por primera vez desde 2000 obtendría el poder para tratar de contener el creciente control del Ejecutivo sobre la vida nacional.
Algunos sectores opositores han anunciado también que, de ganar el control de la Asamblea, podrían promover un referendo revocatorio contra Maduro antes que el dirigente socialista complete su mandato de seis años, que termina en 2019. La popularidad de Maduro se ha visto golpeada por una crisis económica caracterizada por una galopante inflación y severos problemas de desabastecimiento de alimentos y otros bienes básicos.
El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, destacó “el hecho que por primera vez en 17 años, la oposición sea el favorito a ganar”. Añadió que la elección es importante para la oposición “en términos de su integración, de su articulación, de su capacidad” para mostrarse como la expresión de “una opinión mayoritaria de castigo o rechazo al gobierno. Sería interesante políticamente para el refortalecimiento tanto de la oposición como de los lideres”.
“La gente está ávida de cambios, de propuestas, de alternativas”, dijo León en entrevista con The Associated Press.
Los adversarios del gobierno también buscan imponer controles al Ejecutivo, que bajo el mandato de Chávez y luego de Maduro, su heredero político, ha poblado de aliados los poderes públicos y desde 1999 la presidencia ha acumulado cada vez mayor poder, lo que le ha permitido avanzar en el propósito de convertir a Venezuela en un estado socialista.
De lograr 101 escaños, la alianza opositora alcanzaría una mayoría calificada que sería decisiva para promover leyes fundamentales y evitar que se realicen modificaciones sustanciales de éstas, aprobar votos de censura contra los ministros y el vicepresidente y remover a las autoridades electorales.
Tres quintas partes de la Asamblea, 101 votos, es el mínimo requerido por la ley que habilita al presidente a gobernar por decreto. La mayoría de las reformas que Chávez y Maduro han hecho para enrumbar al país hacia un estado socialista, se hicieron mediante leyes habilitantes. De ver disminuida su representación en la Asamblea, estaría obligado al menos a negociar con sus adversarios para lograr su aprobación.
Una victoria del oficialismo animaría a los seguidores de Chávez para seguir en el camino de la transformación de Venezuela en un estado socialista.
Maduro denuncia constantemente que su gobierno es blanco de una campaña de descrédito para justificar su derrocamiento porque la derecha venezolana y sus aliados en el extranjero no le perdonan que en el marco de una política “soberana e independiente” la principal beneficiaria de las riquezas sea la mayoría pobre del país.
“Nadie puede venir a cuestionar los valores democráticos de Venezuela; Venezuela es campeona mundial de democracia. Nosotros somos en elecciones, en participación democrática, en protagonismo político, somos medalla de oro olímpica en democracia, en libertad, en soberanía, en independencia”, dijo el gobernante la noche del viernes en una alocución transmitida a la nación por radio y televisión.
La presidenta del organismo electoral, Tibisay Lucena, afirmó el sábado que las distintas organizaciones políticas que participan en la contienda cuentan con las condiciones para que los resultados sean “un reflejo fiel” de la voluntad de los venezolanos.
Negó que en las últimas horas se hayan realizado sustituciones o modificaciones de último momento de candidatos con el objetivo de anexar los votos de partidos pequeños independientes en favor del partido gobernante PSUV.
Lucena afirmó que las versiones que a lo largo del día circularon a través de las redes sociales no pasan de ser “un intento para alborotar, enrarecer el buen clima que tenemos para la jornada electoral” del domingo.
Resaltó que el 6 de noviembre se cerró la posibilidad de realizar “modificaciones” de los candidatos por planchas y 20 días después se hizo lo propio para la sustitución y modificaciones” en la modalidad de candidatos nominales.
También el viernes culminó “el lapso de las renuncias”, que en total fueron 46 y que “no contemplan la sustitución o modificación de candidaturas”.
“Los votos que se generen (para los candidatos renunciantes) quedan como no contados”, agregó Lucena.
Además de la sobrevivencia del proyecto político de Chávez, el oficialismo dice que un triunfo opositor pondría fin a una serie de programas sociales que incluyen desde capacitación laboral, viviendas, electrodomésticos y ayuda en efectivo para madres solteras.
Pese a que la popularidad de Maduro ha mermado en los últimos meses, el oficialismo sigue contando con el apoyo de una porción importante de la población, en particular entre los más pobres.
Se espera que los primeros resultados se den a conocer muy tarde en la noche del domingo.
Los más de 14.515 centros de votación abrirán a las 06.00 horas (1030 GMT) y cerrarán a las 18.00 horas (2230 GMT). La votación se podría extender más allá de ese horario en las mesas en las que existan aún electores por sufragar.