El embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, envió sendas cartas al secretario general del organismo, Ban Ki-moon, y a la presidenta en turno del Consejo de Seguridad, la argentina María Cristina Perceval, para evitar una posible intervención militar.
El gobierno sirio también llamó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a “mantener su papel de garante de la seguridad para evitar el uso absurdo de la fuerza fuera del marco de la legitimidad internacional”, según SANA.
Jaafari consideró que Estados Unidos debe “jugar su papel como patrocinador de paz y como socio de Rusia en la preparación de la conferencia internacional sobre Siria y no como un Estado que utiliza la fuerza contra cualquiera que se opone a su política”.
El embajador sirio volvió a negar que su gobierno haya incurrido en el uso de armas químicas contra la población y recordó que desde hace más de un año ha alertado sobre el empleo de ese tipo de armas por parte de los grupos rebeldes.
Acusó al secretario estadounidense de Estado, John Kerry, de haber difundido evidencias “completamente falsas” de que el régimen empleó gas sarín con el objetivo de justificar una intervención militar en Siria al margen de las Naciones Unidas. “Kerry ha adoptado las viejas historias inventadas por los terroristas hace más de una semana”, basadas en fotografías falsas de internet”, dijo.
La oposición siria denunció la muerte de más de mil 300 personas en un ataque con armas químicas lanzado el 21 de agosto pasado por el régimen sirio en la periferia de Damasco, si bien el régimen negó esas acusaciones y culpó a los rebeldes de lo ocurrido.
Respecto a las consecuencias de una posible intervención extranjera, el vicecanciller sirio Faisal Mekdad advirtió que ello incrementaría el “odio contra los estadounidenses” y que “el terrorismo prosperará”. En declaraciones a la cadena británica BBC, Mekdad alertó que una acción militar de Estados Unidos en su contra equivaldría a “apoyar a Al Qaeda y sus afiliados”.
Sin embargo, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, se mostró este lunes a favor de una intervención en Siria con el aval de las Naciones Unidas. “Cualquier acto para afrontar o castigar el régimen sirio se debe producir en el marco de los acuerdos de la ONU, sobre todo porque los tratados de Ginebra y de Naciones Unidas criminalizan el uso de armas químicas en los conflictos armados”, dijo al Arabi en rueda de prensa.
Aseguró que “la ONU da la legitimidad para cualquier acto y, si alguien utiliza la fuerza militar fuera de la legitimidad, lo hará de manera unilateral”, en alusión a la posibilidad de que Estados Unidos ataque Siria. Destacó que la Liga Árabe siempre ha insistido en la importancia de una solución política para Siria, pero consideró que ahora la comunidad internacional debe tratar el uso de armas químicas.
En su reunión del domingo, los cancilleres árabes no hicieron alusión a la intervención militar, pero pidieron a la ONU y a la comunidad internacional asumir su responsabilidad para “tomar las medidas disuasorias necesarias” contra los autores del supuesto ataque químico.
En caso de una intervención en Siria, Hezbolá responderá disparando misiles contra Israel desde territorio sirio para intentar que Líbano se vea involucrado en el conflicto, advirtió una fuente del comando de operaciones conjunto creado por el grupo chiíta y las fuerzas sirias.