La Haya, 30 Nov (Notimex).- Siria insistió hoy en que jamás ha usado armas químicas, incluido gas cloro, durante los cerca de cinco años de conflicto sirio, al contrario aseguró que colabora plenamente en los esfuerzos para destruir sus reservas de ese tipo de armamento.
Deseamos afirmar que jamás hemos usado cloro ni ninguna otra materia química tóxica durante las operaciones en Siria, desde el inicio de la crisis hasta ahora, declaró el vicecanciller sirio, Faysal Mekdad, ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Mekdad aprovechó la reunión anual de la OPAQ en La Haya para desmentir que haya empleado armas químicas, en momentos en que cada vez más países, entre ellos Estados Unidos, denuncian la falta de esfuerzos del régimen sirio a la hora de destruir sus reservas de armas químicas.
Hay incertidumbre sobre la destrucción del programa de armas químicas de Siria, especialmente las lagunas y las contradicciones en las declaraciones de Damasco, dijo un representante de la Unión Europea (UE), Jacek Bylica, ante sus colegas de los 192 países miembros de la OPAQ.
Esas dudas hacen imposible creer que el programa sirio ha sido destruido de forma irreversible, agregó.
Hace una semana la OPAQ que supervisa la destrucción del arsenal químico sirio, se mostró muy preocupada por el uso de armas químicas en Siria y pidió que los responsables de esos ataques sean llevados ante la justicia.
El pasado 6 de noviembre, la OPAQ confirmó el uso de gas mostaza en un ataque en agosto en la localidad siria de Mareá, en el norte de Alepo, así como el uso de gas cloro en la provincia de Idlib, en marzo anterior.
Sin embargo, la OPAQ no mencionó a los responsables de ambos ataques, pero en esas fechas las fuerzas rebeldes y combatientes islamistas acusaron al Estado Islámico (EI) de haber utilizado gases tóxicos en sus ataques en la zona.
En 2013, Siria aceptó declarar su arsenal ante la OPAQ, después de que más de mil 400 personas murieron y otras tres mil resultaron heridas en un ataque químico ocurrido en agosto de ese año en la región de Ghouta, al este de Damasco.
La OPAQ, cuya misión es asegurar la destrucción de las armas químicas y evitar cualquier forma de su desarrollo o proliferación en el futuro, ganó en 2013 el Premio Nobel de la Paz por su labor en ayudar a la destrucción de esas armas en Siria.