“No, no me caso, ya estoy muy viejo”, respondió Berlusconi, de 77 años, a los periodistas que le preguntaron sobre el tema durante su participación en la presentación de un libro.
Recientemente algunos periódicos aseguraron que el ex primer ministro y su actual novia, Francesca Pascale, de 29 años, contraerían nupcias en junio próximo en la isla de Isquia, en el Golfo de Nápoles.
Berlusconi quedó el mes pasado formalmente divorciado de su segunda esposa, la ex actriz Veronica Lario, madre de sus tres hijos menores.
Sin embargo, mantiene aún con ella un contencioso millonario, pues Lario, de 57 años, impugnó ante los tribunales la decisión de una juez de la ciudad de Monza, que rebajó de tres a 1.4 millones de euros mensuales, el cheque que debe recibir de su ex marido como pensión.
Berlusconi también debió pagar una gran suma de dinero a su primera esposa, Carla Dell’Oglio, madre de sus dos hijos mayores, de quien se divorció en 1985.
Para la prensa esos antecedentes habrían convencido al primer ministro, a quien se le atribuyen decenas de aventuras con mujeres del espectáculo y de la política, de la peligrosidad de un nuevo matrimonio.
En las declaraciones a los medios durante la presentación del libro, rechazó que vaya a dar nuevamente el “sí”, pese a que Pascale ha declarado su intención de llevarlo al altar.
“Lo he buscado, cortejado, he hecho que se enamorara y nos hiciéramos novios; prácticamente yo he hecho todo. Él solamente debe decir sí”, declaró Pascale hace unos meses a la revista Vanity Fair.
Bautizada por la prensa como “la badante”(la cuidadora de ancianos), Pascale prácticamente puso orden en la vida de Berlusconi y alejó de su entorno a decenas de chicas que participaban en sus fiestas del “bunga bunga” (orgías).