Mientras la capital mexicana celebra el cien aniversario de la muerte del artista que creó a la Catrina, docenas de videoblogueros ofrecen consejos sobre la manera de definir su apariencia cadavérica. José Guadalupe Posada, el caricaturista que creó a la Catrina, es homenajeado por la Ciudad de México con réplicas gigantescas de sus ilustraciones y una muestra de esqueletos como parte de la ofrenda del Día de Muertos que se inaugura el jueves en la plaza principal de la capital mexicana. Esas ofrendas tradicionalmente son un altar con flores, comida y una foto del ser querido recién fallecido.
La dama calavera con su elegante sombrero de ala ancha salió a la luz en un grabado satírico que Posada realizó entre 1910 y su muerte el 20 de enero de 1913. Deseaba burlarse de quienes pretendían ser de una clase social mayor, aunque esto implicara vivir hambriento, y hacerse dolorosamente delgado, o sencillamente cadavérico. La Catrina se convirtió en la ilustración más famosa de Posada, con esbozos posteriores portando su elegante vestido de la era victoriana de cuello alto.
Mientras la celebración de Halloween se abre paso en México, el aspecto espeluznante y sensual de la Catrina extiende un toque mexicano en el norte. La cantante Fergie, del grupo Black Eyed Peas, vistió un sensual disfraz de Catrina con un chal rojo y negro y un tocado, y publicó una fotografía en Instagram. Sandra Bullock fue captada por fotógrafos en Los Angeles luciendo un maquillaje estilo mexicano y vestido negro.
Pese a que por lo general es llamado maquillaje “calavera de azúcar mexicana”, los toques de elegancia de accesorios y sombrero con velo de la Catrina surgen de la dama calavera. Docenas de tutoriales aparecieron en el último mes en YouTube mostrando la manera de oscurecer la zona en torno a los ojos y dibujar coloridas formas en mejillas a fin de crear un aspecto aterrante pero al mismo tiempo festivo.
En algunas tiendas de disfraces en Internet de Estados Unidos se venden disfraces de “muerta” de falda corta y corpiño o de “calavera de azúcar”.
La Catrina también está de moda entre las mujeres jóvenes en México. Estudios de maquillaje y salones de belleza aplican la compleja pintura facial hasta por 1.000 pesos (aproximadamente 80 dólares) para Halloween mientras los mexicanos cada vez más mezclan la festividad estadounidense con el Día de Muertos, que por lo general no implica disfrazarse.
Para Andrew Chesnut, autor de “Devoted to Death: Santa Muerte, the Skeleton Saint” y profesor de Estudios Católicos en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, el ascenso de la Catrina en Estados Unidos es parte de una creciente influencia mexicana y latinoamericana en el país.
“(La Catrina) es de una especie de ejemplo perfecto de la integración de ambas tradiciones y no veo ninguna contradicción ni problema al respecto”, dijo Chesnut. Agregó que cada vez más familias en Estados Unidos, y no sólo de raíces mexicanas, montan altares y celebran el Día de Muertos. La Catrina pasó por un par de encarnaciones antes de convertirse en un siniestro símbolo sexual.
Posada la creó para burlarse de la gente que pretendía ser europea, explicó Mercedes Sierra, profesora de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La mayoría de los mexicanos son de ascendencia indígena, pero dado el antiguo racismo, muchos trataron de lucir europeos con la ropa o el maquillaje. Por lo que Posada creó a la calavera vestida elegantemente, y “calavera” es un término que entre los mexicanos también se usa para referirse a alguien tan pobre que no tiene dinero ni para comer. Pese que se burló de la gente pretenciosa, Posada dijo que dibujarla como calavera era también una manera de rechazar la estratificación social. “La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”, dijo Posada en su momento.
A mediados de la década de 1940, el artista plástico mexicano Diego Rivera puso a Posada y a la mujer calavera en el centro de su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, que representaba personajes icónicos de las artes y la historia de México. Fue Rivera quien le dio al personaje el nombre de “Catrina”.