Por Edelmiro Franco. Enviado
Lima, 16 Oct (Notimex).- La Galería de Cerámica Erótica, donde se puede apreciar la relación entre la tierra, el sexo y la vida de las culturas Moche y Chimú de la Costa Norte de Perú, es el mayor atractivo del Museo Larco, ubicado en esta capital.
Las cerámicas en la Galería Erótica, muestran la complejidad de las culturas Moche (200 a 600 d.C.) y Chimu (1000 a 1430 d.C.), a la vez que enseñan de una forma artística el realismo que tenían para expresar la vida sexual en toda su dimensión, y con toda la libertad.
El guía del Museo Larco, Miguel Ángel Medina, explicó a Notimex que la parte sexual es muy importante porque explica la cotidianidad de estas culturas, su cosmovisión, que tiene que ver con varios aspectos de la vida que ellos representaron en las cerámicas.
La Galería Erótica es una apuesta del Museo Larco para ayudar a interpretar la historia del Antiguo Perú, pero también de América Latina, porque el concepto de estas piezas para estas comunidades era más que sexo puro, una mirada a la fertilización de la tierra y a la procreación del hombre.
Las piezas eróticas son una invocación para fertilizar la tierra y garantizar la producción de estas comunidades prehispánicas, que eran sociedades agrícolas, subrayó Medina.
En esta galería no hay ninguna pieza de los incas, en su gran mayoría son de la cultura Moche, que vivió 400 años antes de lo que se conoce como el gran imperio Inca.
El Museo Larco concentra el más grande tesoro de cinco mil años de historia de Perú, de las culturas precolombinas o prehispánicas, anteriores a los Incas, las que aparecieron en los años 6000 antes de Cristo.
Este museo arqueológico, ubicado en una mansión virreinal del siglo XVIII d.C, rodeado de jardines y con una historia de más de 90 años, se ha convertido en uno de los sitios más frecuentados por los turistas extranjeros que a diario llegan a Perú.
Los 400 turistas que llegan a diario a visitar el Museo Larco viven durante su recorrido una experiencia mágica, desde el primer momento que se internan en estos espacios llenos de historia, cultura y restos arqueológicos de los chilcas, paracas, moche, nazca, huari y por su puesto de los Incas.
Al ingresar a esta mansión virreinal, remodelada en el siglo XXI, el visitante encuentra un depósito de cerámicas impresionante, en tres salones que se comunican entre sí, pero que son un laberinto arqueológico de más de cinco mil años de historia.
En este depósito todas las piezas están clasificadas con códigos de ubicación de nueve dígitos y divididos en tres secciones, lo que da la posibilidad de revisar sus orígenes y buscarlos en un catálogo en línea.
Todas estas galerías de cultura precolombina del Antiguo Perú se complementan con la exhibición de una selección exclusiva de delicados y sofisticados mantos y vestidos tejidos con más de dos mil 500 años de antigüedad en la Sala Textil.
La Sala de la Ceremonia del Sacrificio acerca al turista al fascinante mundo de los rituales y la riqueza de estas sociedades del Antiguo Perú, que sorprenden por su esplendor y la visión del mundo que tenían estas comunidades hace cinco mil años.