La campaña comenzó el viernes, al celebrarse el Día Nacional Catalán, que los separatistas aprovechan desde hace años para congregar multitudes en Barcelona.
Los manifestantes se congregaron el viernes por la tarde en anticipo a la demostración nocturna. Muchos llegaron en autobuses y trenes desde sectores más remotos de la región con banderas proindependentistas sobre los hombros. Los organizadores esperaban atraer a por lo menos medio millón de personas con el lema “Empecemos a construir un nuevo país”.
El candidato principal en una lista que representa un bloque de partidos proindependentistas dijo a la prensa que los separatistas deseaban convocar a un plebiscito sobre independencia para que los votantes catalanes pudieran expresarse, pero como el gobierno central en Madrid se negó, “el único medio en que podemos saber lo que desea el pueblo es aprovechar las elecciones del 27 para saberlo”, afirmó Raúl Romeva.
Los partidos proindependentistas necesitan 68 de las 135 bancas en el Parlamento para llevar adelante su campaña. Las encuestas anticipan que podrían ganar una mayoría ajustada. Afirman que una victoria pondría a Cataluña camino de una declaración unilateral independentista en 18 meses.
El gobierno central en Madrid sostiene que la independencia catalana es ilegal y que no será autorizada.
Los partidarios de la independencia dicen que una victoria en el referendo daría a los legisladores un mandato para empezar a redactar una Constitución catalana e intentar negociaciones secesionistas con el gobierno central. Una declaración unilateral de independencia podría ser proclamada por el Parlamento para 2017.
“Estoy dispuesto a llegar al fin de este proceso si tenemos la mayoría de bancas en el Parlamento”, afirmó Artur Más, líder regional catalán, pero agregó que las aspiraciones independentistas deben ser postergadas si los partidarios de la independencia no obtienen una mayoría en el Parlamento regional.
El gobierno central en Madrid ha insistido en que la independencia para la región catalana es inconstitucional. Funcionarios españoles han dicho que no permitirán que los ciudadanos que viven en Cataluña sean despojados de su ciudadanía española.
La viceprimera ministra Soraya Sáenz de Santamaría dijo a la prensa el viernes que una mayoría regional parlamentaria para separatistas no les ayudará a separar la región debido a que las regiones autónomas españolas que funcionan de manera parecida a los estados de Estados Unidos no tienen el poder legal para hacerlo.
Las encuestas revelan que los catalanes apoyan por amplia mayoría el derecho a un plebiscito de secesión pero que están divididos aproximadamente por partes iguales acerca de concretar efectivamente la independencia catalana.
Noelia Godoy, de 25 años, que trabaja en una compañía de transporte, dijo que votará por un partido proindependencia porque cree que Cataluña no recibe lo que paga de impuestos.
Aparte del argumento económico, afirmó que los catalanes “tenemos nuestro propio idioma, una cultura, costumbres. Compartimos muchas cosas (con España) pero hay otras grandes diferencias. Nos sentimos una nación y es por eso que queremos ser independientes”.
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Clendenning reportó desde Madrid.