La fiscalía había pedido una sentencia de 40 años para Mohamed Mohamud, de 23, por el plan, que resultó ser una estratagema del FBI.
Mohamud fue arrestado el 26 de noviembre del 2010 tras presionar un botón en un teléfono celular que él creía iba a desatar una enorme explosión y matar a personas presentes en la ceremonia anual de encendido del árbol de Navidad. Pero la bomba era un artefacto falso que le fue proporcionado por agentes encubiertos del FBI que se hacían pasar por reclutadores de al-Qaida.
Los agentes trabaron contacto con Mohamud tras conocer que éste había escrito para una revista yihadista en la internet e intercambiado mensajes electrónicos con terroristas.
En enero del 2013 los jurados rechazaron el argumento de la defensa en el juicio a Mohamud de que los agentes lo habían engatusado para que hiciera lo que hizo. La sentencia fue aplazada por un año luego que el gobierno revelase que grabaciones telefónicas de llamadas telefónicas al extranjero sin orden judicial para ello le ayudaron a preparar su argumentación. La defensa trató infructuosamente de conseguir un nuevo juicio.
Los abogados del gobierno le pidieron al juez federal Garr King que sentenciase a Mohamud a cuarenta años en prisión. El fiscal principal, Ethan Knight, dijo que el ex estudiante de la Universidad de Oregon jamás titubeó en su deseo de matar a personas ese día. El defensor de oficio Stephen Sady dijo que 40 años serían una sentencia “draconiana” y pidió que no se impusiesen más de 10 años.
Sady dijo que Mohamed Mohamud ha mostrado remordimiento, y ha estado haciendo todo lo posible en prisión para volverse una mejor persona. Indicó que el acusado no tenía planes de lanzar un ataque hasta que conoció a los agentes encubiertos del FBI.