La sentencia de McMillan fue reprobada por miembros de Occupy Wall Street, un movimiento de denuncia contra la desigualdad y la corrupción corporativa, aunque la decisión pareció apaciguar a algunos más que temían que la activista fuera condenada a purgar varios años.
La pena máxima por asaltar a un policía de Nueva York es de siete años de prisión, y aunque el juez del caso, Ronald Zweibel, sugirió que el ataque fue intencional, opinó que una sentencia prolongada no ayudaría al interés de la justicia en este caso.
El juez apuntó que una sociedad civilizada no debe permitir un ataque cometido a nombre de la desobediencia civil, pero aceptó que McMillan tenía el potencial de realizar una contribución positiva a la comunidad.
El caso de McMillan, de 25 años de edad, generó la atención de varios miembros del Concejo municipal de Nueva York, que pidieron una sentencia para el juez Zweibel, así como de las activistas rusas del grupo de rock Pussy Riot, que solicitaron su liberación.
McMillan aseguró que golpeó de manera instintiva con el codo a un policía luego de que éste la sujetara de un seno. El incidente fue grabado en un video disponible en internet.
Asimismo, su defensa exhibió fotografías tomadas luego del incidente, que muestran magulladuras en el seno de la sentenciada. La defensa afirmó además que el incidente le provocó a McMillan una convulsión que provocó su hospitalización.