Caracas, 1 Nov (Notimex).- La propuesta de que la seguridad privada debe unirse a los planes del gobierno venezolano para garantizar la seguridad personal y de bienes, ha suscitado una polémica entre los que aúpan y quienes difieren de esta idea.
El desbordamiento de la violencia urbana llegó a tal punto que requiere de nuevas forma de control social y el aprovechamiento de todos los recursos disponibles, consideró Martín Torres Agudo, ex comisario general de la extinta Policía Técnica Judicial (PTJ).
Torres, en diálogo con Notimex destacó que aunque algunos se oponen a esta tesis dado a que el Estado es quien está obligado a ofrecer esa garantía constitucional, la grave situación de inseguridad personal que vive el país obliga a pensar en otras disyuntivas.
La baja capacidad numérica de las policías frente al acentuado crecimiento de la inseguridad personal, han obligado a grupos de altos ingresos, a contratar los servicios que ofrece la seguridad privada. El resto de los ciudadanos simplemente se encomienda a Dios, dijo.
Por eso, señaló, es importante que el Estado incorpore a sus planes a las empresas de seguridad privada como auxiliares de autoridad en la función de proteger a la ciudadanía en general, ya que de no hacerlo, ¿quién podrá pagar entonces por la seguridad de los pobres?.
El sociólogo Carlos Irazábal, es contrario a esta propuesta, pues en su opinión el Estado no debe entregar su competencia de garantizar la seguridad personal a terceros, ya que ello sería una distorsión en cuanto al cumplimiento constitucional de su desempeño.
Explicó que la privatización de la seguridad se ha estimulado por la falta de atención adecuada al problema y la desconfianza que generan algunos representantes de los cuerpos policiales venezolanos, quienes a menudo incurren en hechos delictivos y de corrupción.
Por eso es necesario realizar una purga de los cuerpos policiales y asimismo hacer atractiva la carrera policial con buenos sueldos, armamento moderno y casas decentes para los uniformados que hoy conviven en los barrios con delincuentes de la peor calaña, precisó.
Irazábal, agregó que los presupuestos asignados a las policías dan vergüenza, y que hasta tanto las inversiones destinadas a las policías sean menos importantes que la compra de aviones sukoy rusos la inseguridad personal en Venezuela seguirá en ascenso.
Aclaró no estar en contra de las más de 300 empresas de seguridad privada que operan en el país, pero reiteró que las funciones asignadas al Estado, en materia tan delicada y compleja como la seguridad ciudadana, no debe ser compartida con particulares.