El secuestro de las niñas, de entre 12 y 15 años de edad, ocurrió durante una incursión nocturna que llevaron a cabo en la aldea de Warabe, cercana a uno de los bastiones de la milicia, precisaron fuentes de la policía local.
Un grupo numeroso de militantes, todos armados, llegaron al poblado en dos vehículos pintados con los colores del ejército y comenzaron a disparar de manera indiscriminada, relató un residente a la policía, de acuerdo con reportes del diario nigeriano The Punch. Al dar cuenta del secuestro, la policía indicó que las niñas fueron sacadas de sus casas y las subieron a los vehículos, junto con ganado y comida que robaron a los residentes.
La retención de las ocho niñas se produjo en momentos en que la comunidad internacional está consternada e indignada por el secuestro de más de 200 menores de una escuela secundaria en la localidad de Chibok, también en Borno, el pasado 14 de abril.
El líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, reivindicó el secuestro la víspera en una vídeo grabación, en la cual amenazó con vender en el mercado a las niñas como esclavas sexuales.
Tras la reivindicación de la milicia islámica, Estados Unidos y otros países calificaron la acción como un crimen inconcebible y prometieron ayuda al gobierno de Nigeria para lograr que las adolescentes regresen a casa.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este martes a Boko Haram que el secuestro, venta, matrimonio o esclavitud de las menores secuestradas constituiría un crimen contra la humanidad.