Sebastián Piñera está trabajando con todo para ser la figura más relevante de la oposición al gobierno de Bachelet, indicó el consultor y profesor de la Universidad de Valparaíso. Ello se evidencia en la forma en que está dejando el poder, que es bastante inédita y que es parte de una estrategia, donde todas las inauguraciones, el balance que cada Ministerio presenta deja una agenda al próximo gobierno, apuntó Holzmann.
Ello le va a permitir a Piñera asumir un rol fiscalizador, decir que esto se está haciendo bien o mal, según él lo ha dejado, imponiendo una agenda al gobierno de Michelle Bachelet, apuntó.
Eso hará que Piñera aparezca como una oposición más estructurada contra el gobierno, porque va a estar siempre comparando lo que él dejó, lo que hizo, con lo que están haciendo, por lo menos en los primeros seis meses de su gobierno, agregó.
En este sentido, Piñera, en su rol de jefe de la oposición, actuará como un presidente en la sombra, con aparatos paralelos de gobierno, por lo menos en la discusión política pública, mencionó.
El posicionamiento de Piñera como figura política tiene que ver con la situación de crisis que vive su sector, el bloque derechista de la Alianza por Chile y sus partidos Unión Demócrata Independiente, UDI y Renovación Nacional (RN).
En estos momentos Piñera aparece con mayor claridad en términos programáticos e ideológicos, frente a una UDI que tiene que enfrentar un proceso interno de definición de cambios en el liderazgo y Renovación Nacional que también tiene que hacer lo mismo, subrayó.
Además están los movimientos como Amplitud y Evopoli, donde en definitivo Sebastián Piñera ya tiene una estructura con diputados, senadores y probablemente varios de los antiguos ministros de su gobierno, agregó.
En todo caso, dijo Holzmann, más allá de lo que hagan los grupos de derecha, la reorganización del bloque pasa por la figura de Piñera y él trabaja y está generando una posibilidad cierta de ser candidato (presidencial) en 2017.