Por Isabel Inclán. Corresponsal
Toronto, 12 Oct (Notimex).- En la celebración del Día de Acción de Gracias en Canadá algunas familias mexicanas incorporaron el sazón azteca a sus mesas familiares.
Aunque de origen religioso, la celebración para dar gracias por la cosecha lograda se ha vuelto una tradición en Canadá cada vez más acogida por las familias de inmigrantes de todos los países.
A pesar de que la celebración es el segundo lunes de octubre, muchas familias prefieren hacerla uno o dos días antes para descansar en el festivo.
La mexicana Elizabeth Rodríguez realizó el sábado su cena de Acción de Gracias con su familia, tal como lo viene haciendo desde hace 30 años.
Desde que llegué a Canadá cocino mi pavo para este día. No es una tradición mexicana, pero es del país en el que vivo y donde nacieron mis hijos, dijo a Notimex la mexicana nacida en Tecpan de Galeana, Guerrero.
Destacó que la cena de Acción de Gracias (Thanksgiving Day) es una celebración que une a las familias.
Generalmente realiza su cena el mero día (lunes) o un día antes, pero este año la adelantó al sábado por motivos de viaje.
Como buena cocinera mexicana, Rodríguez agregó a su mesa decorada con hojas rojas de maple recién caídas un platillo de guacamole, tostadas y cuscús (sémola de trigo).
Es un complemento mexicano y multicultural, como lo es Canadá, agregó Rodríguez, quien en promedio se gastó 200 dólares en los ingredientes y día y medio de preparación.
Por su parte, Reina Murillo dijo que desde que llegó a Canadá hace siete años se unió a la tradición para celebrar junto a su numerosa familia.
A mis nietos les encanta ver el pavo en la mesa. Al otro día les preguntan en la escuela qué comieron y a ellos les gusta decir que deleitaron su pavo.
Murillo es originaria de Veracruz, pero vivió varios años en la capital mexicana antes de emigrar a este país nórdico. Siempre le ha gustado cocinar, así que con sus maletas trajo las recetas de la abuela.
Hago el pavo por la tradición, pero también hago una olla de pozole para mis hijos, agregó.
Su pavo lo bañó con una salsa hecha de chiles guajillo, pasilla, ancho y chipotle, mezclados con ciruela pasa para que salga picosito y dulce. Algunas veces lo rellena de picadillo y otras no.
Esta vez cocinó para un grupo pequeño, unas 30 personas, entre familiares y amigos.
Desde que llegué me adapté a la tradición y me gusta adornar mi casa con calabazas afuera, es muy bonito. Algunas personas traen el pastel y dulce de calabaza, contó.
Además de dar a los visitantes el tradicional itacate, Reina Murillo hace su recalentado.
A mucha gente no le gusta el pavo porque es muy seco, yo lo desmenuzo y hago tortas con chiles en vinagre. Las tortas las pongo en el sartén a dorar como un pambazo de pavo.
Las inmigrantes mexicanas coincidieron en que es una tradición muy familiar que les permite pasar más tiempo con sus hijos y nietos.
Es como una fiesta de Navidad, pero sin regalos. En una celebración muy familiar, que en México no tenemos pero que me gusta mucho, detalló doña Reina.