“La tregua de las pandillas no va a ser el eje principal de nuestra política, el eje principal va a ser la represión al crimen, más persecución al crimen, la política de prevención, la política de rehabilitación, una visión integral”, manifestó en conferencia de prensa Salvador Sánchez Cerén, que asumirá el mando el 1 de junio.
“Nuestra política no va a descansar en el tema de los que ellos (los pandilleros) puedan hacer, de un entendimiento entre ellos para disminuir la rivalidad que existe entre ellos”, agregó.
El futuro gobernante ha prometido combatir la delincuencia con “dos manos inteligentes: una en apoyo a las familias, con inversión en las comunidades y una mejor educación y “en la otra mano, la firmeza del Estado en la conducción de la policía, que va a seguir siendo ampliada, fortalecida y depurada”.
El presidente electo dijo que el tema de la inseguridad y la violencia que afecta al país, será de “prioridad” y por eso durante la reciente visita a Estados Unidos, lo abordó con la Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y con el Subsecretario de Estado para el Combate al Narcotráfico Internacional, William R. Brownfield.
Reveló que durante la reunión, “reafirmamos la permanencia de la Base de Monitoreo” instalada en el Aeropuerto Internacional, para interceptar la droga que pasa por la zona, y ellos (Estados Unidos) van a continuar con el asesoramiento a la policía nacional civil, así como apoyar programas de prevención en las zonas de mayor incidencia de las pandillas.
“Están dispuestos a apoyar toda la política de prevención, que es de generar condiciones y oportunidades de empleo a jóvenes en esos lugares”, agregó.
Explicó que uno de los primeros objetivos en la política de Seguridad será “darle los instrumentos a la policía para que sea más efectiva en el combate al crimen, el combate a las pandillas, el combate a la delincuencia”.
Salvador Sánchez Cerén dijo que al asumir el gobierno, como parte de la política integral de seguridad, trabajaran para recuperar los territorios son presencia de las pandillas, “sobre la base de una política de prevención en búsqueda de generar oportunidades para los jóvenes”.
En marzo de 2012, las principales pandillas acordaron una tregua para dejar de matarse entre ellos y así bajar el índice de homicidios que en esa fecha llegó a 14 muertes violentas por día, pero según las autoridades de Seguridad Pública, los Revolucionarios se han alejado del acuerdo en una disputa de territorio con las pandillas rivales y hasta han atacado a los policías.
Con la tregua que fue apoyada por el gobierno del presidente Mauricio Funes, los homicidios bajaron hasta 5 por día, pero en las últimas semanas se ha registrado un incremento en los hechos de violencia generados por las pandillas, y el promedio de homicidios por día llegó a 9.
En El Salvador, las pandillas establecidas en populosos barrios del país están integradas por más de 70.000 jóvenes y adolescentes. Más de 10.000 están presos. Más del 70% de los homicidios que se cometen en el país se atribuyen a las pandillas, y el 49% de las víctimas corresponde a miembros de esas estructuras criminales.