Los estrictos controles para que una mascota pueda acceder a España no le perdonaron una complicación a un pequeño perro llamado Buddy, que llegó desde Estados Unidos con su dueña al aeropuerto de El Prat en Barcelona.
Al llegar a su nuevo hogar, Buddy no pudo salir de la terminal aérea pues las autoridades no podían leer su chip, incluso a pesar de que contaba con todos sus papeles y los controles sanitarios necesarios.
Pocas esperanzas le quedaban al pequeño perro de tres meses de edad pues los encargados le indicaron a su dueña que tendrían que devolverlo a Nueva York, sacrificarlo o llevarles un lector al aeropuerto que si pudiera leer el chip de Buddy.
Ante la perspectiva de perderlo, su dueña no perdió el tiempo y rápidamente consiguió el apoyo de casi 100 mil personas alrededor del mundo que abogaron porque se consiguiera una solución al problema de Buddy a través de la plataforma Change.org.
Algunas horas más tarde, actualizando una página en la red social Facebook, la dueña informó a quienes apoyaron la causa que Buddy está a salvo pues será puesto en cuarentena en un sitio especializado y se le integrará un nuevo chip para permitir su ingreso a España.