“Occidente quiere, y así comenzó todo, tomar el control de Ucrania sólo por sus ambiciones políticas y no por los intereses del pueblo de Ucrania”, dijo Lavrov el viernes. Lavrov señaló el viernes que la milicia en el oriente estará dispuesta a entregar sus armas y desalojar los edificios “sólo si las autoridades trabajan para poner en práctica los acuerdos de Ginebra, desalojan la bochornosa plaza Maidán y liberan los edificios que fueron tomados ilegalmente”.
Pero Ucrania rechazó las aseveraciones. “El mundo no se ha olvidado de la Segunda Guerra Mundial, pero Rusia ya está ansiosa de iniciar una tercera”, dijo el primer ministro ucraniano en funciones Arseniy Yatsenyuk.
El presidente Barack Obama dijo durante su gira por Asia que hablaría el viernes con líderes europeos para discutir la posible aplicación de ulteriores sanciones y evaluar lo sucedido tras el acuerdo alcanzado la semana pasada en Ginebra.
Rusia y Ucrania alcanzaron un acuerdo en Ginebra en el que llamaron a todas las partes a desocupar los edificios públicos tomados y entregar las armas. Milicias prorrusas han ocupado edificios gubernamentales en más de 10 ciudades del este de Ucrania mientras que el grupo nacionalista Sector derecho aún controla dos edificios públicos en Kiev. “Durante siete días, Rusia se ha negado a tomar una sola medida concreta en la dirección correcta”, dijo el jueves el secretario de Estado norteamericano John Kerry.
“Ni un sólo funcionario ruso, ni uno, ha aparecido públicamente en la televisión de Ucrania para pedir a los separatistas que apoyen el acuerdo de Ginebra, a aceptar la tregua, a entregar las armas y salir de los edificios ucranianos”, dijo Kerry.
En marzo Moscú reconoció los resultados de un referendo organizado con gran celeridad en la península de Crimea, ubicada en el Mar Negro, y se anexó la región semanas después, provocando la condena de las potencias occidentales, que también tomaron represalias contra empresarios presuntamente vinculados al régimen.
Kerry advirtió a Moscú el jueves que si no adoptaba medidas inmediatas para distender la situación, Washington impondría sanciones adicionales. La economía rusa ha comenzado a sufrir por su intervención en Ucrania.
La agencia calificadora de riesgos Standard & Poor degradó el viernes la calificación crediticia de Rusia por primera vez en más de cinco años debido principalmente a preocupaciones por la salida de capitales y el riesgo de invertir en ese país a causa de la crisis en Ucrania.
El ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, intentó minimizar la rebaja de la calificación crediticia y afirmó que “tenía en parte motivos políticos”. En el sureste de Ucrania, siete personas resultaron heridas el viernes debido a un estallido en un retén que instalaron autoridades locales y activistas afuera del puerto de Odesa, en el Mar Negro.
Rusia anunció el jueves nuevas maniobras militares con fuerzas terrestres y aéreas cerca de su frontera con Ucrania, en una respuesta rápida a una operación ucraniana para expulsar a los insurgentes prorrusos de los edificios que éstos han ocupado en el este. Al menos dos personas murieron en un enfrentamiento en un puesto de control.