México, 5 Dic (Notimex).- Momentos emblemáticos de la danza y sus protagonistas, que han sido capturados durante más de cuatro décadas por el fotógrafo mexicano Roberto Aguilar, integran el calendario Danzaria 2016 Celebremos la danza de los días.
Durante la presentación del calendario, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, Aguilar dijo estar muy agradecido con la vida por llegar a este momento y recordó sus inicios como fotógrafo especializado en danza contemporánea, hace más de 40 años en Barcelona, España.
Comencé a tomar fotos tanto en México, como en Ecuador y Cuba hasta convertirme en un militante de la danza, en 1980 se planeó danzaria con el fin de que todo el mundo se enterara lo que significa la danza, recordó el artista de la lente.
En su oportunidad, la coreógrafa y bailarina Cecilia Appleton destacó: Roberto Aguilar se presenta en diferente escenarios, acompañado de su cámara, lo mismo en el teatro o en un brindis al término de un espectáculo de danza o en el Metro.
Recalcó que Aguilar siempre está con su cámara al hombro, pues se interesó por la danza y se puede decir que es el fotógrafo que posee la mayor colección de imágenes de diferentes propuestas dancísticas.
Lo mismo tiene a Nureyev, que al Ballet Ruso o a una compañía europea, así como retratos de jazz o bailaoras de flamenco y de jóvenes y viejos, todos captados por su lente.
Roberto es un promotor de la danza, porque la ha difundido a través de exposiciones a cientos de festivales, apuntó la directora de la compañía Contradanza, quien recientemente recibió la Medalla Bellas Artes.
En tanto, el investigador y crítico Gustavo Emilio Rosales felicitó al autor y dijo que se trata de un calendario que no es un objeto nada más, sino producto de años de trabajo.
La fotografía es más que el video, la danza no es un instante, sigue suscitando significaciones, no son la obra necesariamente, sino una obra a partir de la obra, señaló.
Subrayó que la danza nace como una herramienta de transformación de la conciencia, la mirada es constitutiva de la danza, porque la danza se sostiene de la mirada del espectador y ahí está el fotógrafo, una mirada especializada para penetrar en la danza y crear discursos.