RIO DE JANEIRO (AP) Los encargados de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no realizarán pruebas para detectar virus en los cuerpos de agua contaminados con materia fecal que serán utilizados en la justa, dijo un vocero del comité organizador.
Mario Andrada indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que las pruebas para detectar bacterias son suficientes para declarar seguras las aguas de Río.
Andrada dijo el viernes en conferencia de prensa que considera que la recomendación de la OMS es “la última palabra para Río 2016”, lo que pondría un punto final a varios meses de cambio de parecer al respecto.
La duda sobre las pruebas para detectar virus existe desde que The Associated Press divulgó en julio los resultados de una investigación, que halló altos niveles de virus de materia fecal en las sedes que Río utilizará para las competencias de vela, remo, canoa, triatlón y natación en mar abierto.
Los virus, que sobreviven más tiempo que las bacterias en el agua salada y en climas calurosos como el de Río, pueden ocasionar enfermedades estomacales y respiratorias. Sin embargo, los análisis para detectar virus son más caros y complicados que para detectar bacterias, y usualmente no se realizan en Brasil ni en la mayoría de los países.
La OMS dijo en un comunicado que “las pruebas para detectar bacterias son la base de las normas mundiales para evaluar el agua para bañarse en el contexto de la sanidad pública”.
“La OMS no recomienda actualmente realizar pruebas periódicas para detectar virus por la falta de métodos uniformes y la dificultad para interpretar los resultados”, señala el comunicado publicado en el portal de la organización.
Ese comunicado parece contradecir la postura de Bruce Gordo, el encargado de la OMS de agua, sanidad, higiene y saludo, quien en agosto dijo a la AP que realizar pruebas para detectar virus “sería recomendable”, tomando en cuenta que se sabe que las aguas negras de Río son descargadas en sus cuerpos de agua.
“La OMS recomendaría realizar pruebas para virus para que las autoridades tengan más información para evaluar los riesgos y verificar las preocupaciones presentadas por las pruebas independientes”, dijo Gordon entonces, indicando que esa era la postura oficial de la OMS.
La OMS no respondió de inmediato a las preguntas sobre su aparente cambio de postura.