La decisión fue anunciada luego que The Associated Press reportase la víspera que unos 10.000 deportivas participantes tendrían que pagar si deseaban aire acondicionado, debido a recortes en el presupuesto para los juegos.
“El departamento de deportes encontró una solución que nos permitirá tener aire acondicionado”, dijo Mario Arda, portavoz de los juegos de 2016. “Así que estamos comprando equipos de aire acondicionado para todos los dormitorios y salas sociales de los deportistas”.
Andrada dijo en una entrevista esta semana que los organizadores habían recortado por otro lado los 2.000 millones de reales (520 millones de dólares) que debían ahorrar como parte de los esfuerzos para equilibrar el presupuesto operacional de 7.400 millones de (1.900 millones de dólares).
El viernes, Andrada dijo que la nueva decisión sobre el aire acondicionado es “una evolución, no un cambio” en los planes para las Olimpiadas.
Aunque los juegos se celebrarán en el invierno del hemisferio sur del 5 al 21 de agosto del 2016 pudiera haber calor. Este año la temperatura llegó a 35,4 Celsius el 19 de agosto.
Andrada dijo que las federaciones nacionales pudieran pagar por algunos atletas, aunque no estaba claro si las naciones más pobres podrán lidiar con los costos adicionales.
Los organizadores de las Olimpiadas de Río han sido afectados por una profunda recesión en Brasil, un desplome de la moneda local ante el dólar y una inflación de 10%. Está además el escándalo de corrupción centrado en el gigante petrolero Petrobras que involucra a importantes figuras políticas y es un factor en el inicio de un proceso de impugnación a la presidenta Dilma Rousseff.
Funcionarios en Río dicen que la mayoría de los recortes involucran a instalaciones “tras bambalinas”, no vistas por televisión ni por el público que compra los boletos. Eso pudiera implicar la compra por los organizadores de productos y servicios más baratos y el uso de estructuras más temporales.
Los juegos iban a tener 5.000 empleados cuando se inaugurasen en ocho meses. Esa cifra ha sido reducida por 500.
Los recortes son bienvenidos por quienes cuestionan por qué Brasil, con malas escuelas, hospitales carentes de fondos y altos impuestos, se ha gastado más de 20.000 millones de dólares en la organización de los juegos y de la Copa del Mundo de fútbol del año pasado.
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Stephen Wade on Twitter: http://twitter.com/StephenWadeAP