Monterrey, 26 Nov (Notimex).- La evolución de Monterrey como una metrópoli que se reinventa a través de los años es explorada en la exposición fotográfica La Ciudad de las Montañas, que reúne las obras de cinco artistas convocados por Manuel Riveros.
En la muestra, que será abierta esta tarde en el Centro de las Artes, cada artista presenta sus lecturas sobre la capital de Nuevo León, desde sus raíces como una ciudad rodeada de cerros en la que se desarrolló la industria, hasta la actualidad, como una gran metrópoli influenciada por el estilo de vida de Estados Unidos.
La exposición muestra los trabajos de Pablo López Luz, Gerardo Montiel Klint, Alejandro Cartagena, Eunice Adorno y Adela Goldbard, quienes ofrecen impresiones cromógenas, pero también videos, audio, información documental, fotomurales, bordado sobre tela y esculturas.
La curadora de la exposición, Mariana David, indicó que La Ciudad de las Montañas presenta algunas de tantas posibles lecturas sobre Monterrey, al mismo tiempo que pierde su especificidad para extenderse a todas las metrópolis.
Lo que comienza como una relación de trabajo a menudo culmina en un lazo afectivo. A través de la mirada de cinco fotógrafos invitados a interpretar su vínculo con Monterrey, descubrimos desde diversas narrativas que es posible reconocernos a nosotros mismos a partir de nuestras propias contradicciones, señaló.
Reiteró que la exposición no deja de resaltar aspectos de todos conocidos, como lo referente a su cultura de trabajo y productividad o características sociales como el consumismo o la cultura del privilegio al automóvil en el trazo urbano.
La obra de Pablo López Luz (impresiones cromógenas), muestra un trabajo que podría ser el inicio de un ensayo paisajístico de Monterrey con imágenes de la Huasteca y escenas urbanas.
A su vez, Gerardo Montiel Klint, en Amoniaco (2015, impresiones cromógenas y video), presenta a un Cerro de la Silla bañado en colores chillantes, remitiendo al espectador a una naturaleza envenenada, donde la industria deja de ser el símbolo del progreso para convertirse en un peligro.
La exposición muestra además los trabajos de Alejandro Cartagena, con la serie Ríos de poder (2015. Mesa con documentación, impresiones, fotomural y videos), y de Eunice Adorno, A qué venimos (de la serie Desandar, 2015), con obras de hilo bordado sobre tela y audio.
Así como obras de Adela Goldbard, en la serie El sacrificio (2015, con video y esculturas).