El presidente Juan Manuel Santos, que ha comprometido su mayor capital político en los diálogos que inició formalmente a fines de 2012 con las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en negociaciones que se realizan en La Habana desde finales de 2012, vio mermado la cantidad de los senadores de su coalición oficialista en el Senado: de al menos 80 que tenía, bajó a 47 porque no sólo porque el expresidente Álvaro Uribe le restara curules, sino porque grupos que eran de la coalición oficialista, como el Partido Conservador y la Alianza Verde, todavía no definen si se quedarán o seguirán al lado del actual mandatario si gana la reelección en los comicios presidenciales que se celebrarán el próximo 25 de mayo.
El mandatario declaró ganadora a su “coalición de la paz” e invitó a Uribe a dejar las diferencias y trabajar por el país. Antes, desde Medellín, a 250 kilómetros al noroeste de Bogotá y uno de sus bastiones electorales, Uribe sólo declaró que nació con fuerza un nuevo movimiento y que comenzaría a trabajar en proyectos de ley y otras propuestas legislativas, que no detalló.
“Hoy se consolidaron las mayorías de la coalición de gobierno en el Congreso, pero también fue una señal muy importante para el país y para el mundo entero, que la inmensa mayoría de los colombianos queremos la paz”, dijo el mandatario desde la sede del partido oficialista. “Yo también quiero felicitar al senador Uribe que tuvo un decoroso segundo lugar, espero que podamos dejar a un lado los odios, los rencores y trabajar por el país”.
El presidente Santos felicitó a los partidos de la coalición y no incluyó entre ellos al Partido Conservador.
Aunque el oficialismo sufrió un retroceso en el Senado, que tiene 102 miembros en total, en la Cámara de Representantes con 167 integrantes, Santos logró mantener su mayoría de 91 curules, de las 100 que tenía en la cámara baja, según los datos más recientes de la Registraduría Nacional, autoridad que organiza los comicios.
Esa mayoría se logra al sumar los votos de la coalición política integrada por el Partido Social de Unidad Nacional o Partido de la U, el Partido Liberal y el Partido Cambio Radical.
El principal y único partido hasta ahora de oposición, el izquierdista Polo Democrático Alternativo, sufrió un revés y vio reducir de ocho a cinco su representación senatorial, mientras la Alianza Verde mantuvo las mismas cinco curules senatoriales.
“Veo un Congreso dividido entre la Unidad Nacional (o la colación de gobierno), que mantendría una mayoría muy frágil, pero al fin y al cabo mayoría, y un partido del expresidente Uribe que pasará a ser una mayoría-minoría en el Senado que dependerá de qué dirección tome el Partido Conservador frente a la posición de Santos si llega a ser reelegido”, dijo en entrevista telefónica Juan David Cárdenas, analista y profesor de comunicación política de la Universidad de La Sabana.
Pero “lo más interesante es que ese pulso de fuerzas terminará siendo zanjado a partir de las decisiones que tome la Alianza Verde y el Polo Democrático, que juntos sumarán aproximadamente 10 (senadores). Habrá temas de la agenda nacional que van a terminar siendo decididos por estos dos partidos porque las fuerzas están supremamente parejas entre el uribismo y el santismo. Se necesitan esas mayorías para aprobar temas tan importantes como la paz, la reforma a la educación, a la salud, a la justicia. Van a ser discusiones entre los grandes partidos, pero van a tener que tejerse alianzas con estos grupos que quedaron como minoría en el Congreso, pero una minoría muy poderosa”, añadió Cárdenas.
Con 95.524 de las mesas escrutadas, de las 97.417 que están instaladas en el país, se contabilizaron 14.260.985 millones de votos o el 43,4% de los colombianos inscritos: 32,8 millones de personas, según la autoridad electoral, que no precisó el porcentaje de abstención y que calculaba inicialmente sería de 50%, comparado al 51% de las pasadas elecciones legislativas de 2010.
De esos 14,2 millones de votos, el Centro Democrático, o el grupo creado por el expresidente Uribe en enero de 2013 tenía 2.043.780 millones de votos que por ahora le dan 20 senadores, según los datos oficiales.
Las listas de 100 candidatos de los distintos partidos al Senado podían ser “abiertas” o “cerradas”. Es decir, se votaba por un candidato de forma individual en la abierta y por un partido en la cerrada. Como la de Uribe era cerrada, los votos escrutados se asignaron a su Centro Democrático, mientras en los otros partidos si se podía conocer cuántos votos consiguió cada aspirante. El exmandatario (2002-2010), el primero que regrese al Congreso tras dejar la presidencia, competía por una curul en el Senado encabezando su lista.
De allí que aunque el Partido de la U, de Santos, consiguió la mayor votación como partido —2.216.722 millones de votos y 21 senadores– en su lista abierta el principal elector fue Musa Besaile con 144.032 votos, de acuerdo con los datos oficiales.
Lo de Uribe “es una votación netamente personalista. Uno ve el resto de nombres de la lista (del Centro Democrático) y uno sabe que esas personas, en otras condiciones, no pueden poner el caudal de votos que él tiene…y el mismo fenómeno se presenta con el Polo Democrático, que de no ser por la votación de (Jorge Enrique) Robledo, el partido no hubiera superado el umbral” o el mínimo de votos para permanecer como partido y tener representación, añadió Cárdenas. Robledo consiguió en su reelección al Senado 191.764 votos.
“Este es un triunfo contundente del expresidente Uribe sino también de aquellos que se oponen a la negociación con las FARC. Y esta es la principal política del presidente Santos”, dijo Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflicto (Cerac). “Habrá que ver qué impacto tiene esto no sólo sobre el proceso de paz sino sobre la elección presidencial”, añadió en entrevista telefónica.
Uribe “volvió a sorprender la política colombiana. En cinco meses se montó una campaña que se quedó con el 20% del Senado… (aunque) no lo controla” del todo, destacó Restrepo. Todos los votos los puso Uribe porque “era una lista cerrada. Los que estaban en la lista ninguno era una persona que fuera capaz de poner un número significativo de votos”, explicó.
Aunque hasta ahora no hay seguridad de que concluyan en un acuerdo las negociaciones de paz que adelanta el gobierno de Santos con las FARC, el fuerte ingreso de Uribe al Senado podría representar dilaciones en los debates de reformas legales en caso de un pacto con la guerrilla. Uribe ya ha dicho que se opone a que se firme la paz sin que se contemple un castigo a los jefes rebeldes.
Los analistas destacaron que al “uribismo”, sin contar con ninguna posible alianza en el futuro como con los conservadores, le quedaría cuesta arriba conseguir bloquear los proyectos que presente el gobierno porque para ello precisaría de la mayoría de los escaños.
Sobre los resultados de las elecciones legislativas 2014 se puede decir que “hay una cierta derrota del santismo, no se puede hablar de derrota absoluta, pero el santismo esperaba más”, dijo Ariel Ávila, de la no gubernamental Fundación Paz y Reconciliación, que se dedica al estudio del conflicto armado interno y las representaciones legislativas. Además “la izquierda logra pasar los umbrales (mínimos de votación); el Polo se reduce de ocho a cinco….(y la) derecha regresa al Congreso muy fuertemente con Álvaro Uribe”, precisó.