Varios politólogos coincidieron este lunes en señalar que el traspiés electoral de la oficialista Alianza País en las elecciones locales de este domingo, no es una derrota para Rafael Correa, quien tiene un amplio respaldo de la población.
Los resultados no significan necesariamente una derrota para el presidente, dijo a periodistas Ángel Polibio Córdova, de la empresa Cedatos, al afirmar que nuevamente se comprueba que no hay endoso de una simpatía a otro candidato.
La oposición logró este domingo un triunfo en las elecciones regionales en Ecuador 2014, luego que el candidato del movimiento Suma, Mauricio Rodas, ganó la Alcaldía de Quito al oficialista, Augusto Barrera, quien aspiraba a ser reelegido. Rodas obtuvo una alta votación, pese al discurso que manejó Correa en campaña para debilitar su candidatura, vinculándolo a un supuesto plan de la derecha para apoderarse de Quito y desestabilizar al gobierno central.
El jefe de Estado también enfiló baterías contra el candidato opositor socialcristiano, Jaime Nebot, quien pese a las críticas del presidente al modelo de ciudad que se aplica en Guayaquil, fue reelegido este domingo como su alcalde.
En declaraciones a la agencia Andes, el experto en temas políticos Jacinto Velásquez, dijo que son elecciones que se vinculan al problema de cada circunscripción territorial de cada cantón, no están condicionadas a la política.
De eso parece estar consciente Rafael Correa, quien aseguró el domingo que pese al revés de su partido en Quito y Guayaquil, su gobierno mantiene un inmenso apoyo a nivel nacional, aunque admitió que lo ocurrido debe llevarlos a la reflexión. Hablar de una derrota del oficialismo porque se perdieron unas ciudades es menospreciar al resto del país, dijo Correa, al afirmar que esta ha sido una victoria del oficialismo, con reveses.