Restablecen algunos servicios básicos en Chile, tres días después de terremoto

Sin embargo, zonas de gente pobre en viviendas dañadas y tiendas de campaña todavía sufrían lo peor del desastre, y la muerte por hipotermia de un recién nacido elevó el saldo de víctimas a siete.

El gobierno emitió una alerta sanitaria de tres meses para las regiones afectadas. La medida garantiza a funcionarios más recursos para evitar la propagación de enfermedades infecciosas al afrontar la basura, agua contaminada y pescados podridos en ciudades portuarias.

”No va a haber ningún problema de abastecimiento de combustible en ninguna de las regiones afectadas por el terremoto y se está restableciendo el servicio de agua potable. Ha alcanzado un puntaje relativamente alto, pero todavía nos resta por avanzar para que todas las ciudades puedan contar con estos servicios”, dijo a reporteros el vocero presidencial, Álvaro Elizalde, en Santiago, después de que la presidenta Michelle Bachelet y su gabinete se reunieron, para discutir la emergencia.

Todavía no se han reanudado los servicios de agua, electricidad y otros básicos en Alto Hospicio, una zona pobre en las colinas sobre Iquique que fue una de las más afectadas por el desastre. La policía reportó que una bebé de seis días de nacido falleció allí el viernes de hipotermia. La niña estaba durmiendo en una tienda de campaña en medio de la calle con su madre. Aproximadamente 2.600 casas resultaron dañadas allí y la carretera principal, que la conecta con Iquique, se encuentra bloqueada por escombros luego de aludes masivos.

En Iquique, una ciudad portuaria de aproximadamente 200.000 habitantes, pescadores a escala pequeña continuaban recuperando lo poco que quedó de las embarcaciones dañadas por el oleaje ocasionado por el sismo y solicitaron ayuda al gobierno.

Soldados vigilaban supermercados y gasolineras para prevenir pillaje, mientras mucha gente continuaba formada el viernes para conseguir gasolina, agua y comida. La ciudad permanece mayormente en paz y no se ha reportado daños mayores o pérdidas humanas por las continuas réplicas que han sacudido a los chilenos en el norte de la nación, quienes no han podido dormir por el temor.

Las escuelas siguen cerradas y los hospitales sólo están atendiendo emergencias. Cerca de una decena de bebés han nacido en campamentos improvisados atendidos por médicos y comadronas desde el terremoto mayor.

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