El monitoreo, que inició el miércoles, será efectuado durante cuatro horas cada día en un punto de revisión de una carretera ubicado a unos 25 kilómetros al norte de la frontera con México.
Con esto se pretende documentar y disuadir los presuntos abusos cometidos por agentes fronterizos a los derechos constitucionales de los residentes del sur de Arizona.
La acción es organizada por el grupo denominado Gente Ayudando Gente en la Zona Fronteriza, conformado por residentes de Arivaca, y forma parte de una campaña para desmilitarizar esta pequeña comunidad fronteriza.
El grupo informó en un comunicado que unas 30 personas se congregaron el miércoles en el punto de revisión, ubicado en las afueras de Arivaca, para anunciar el inicio del programa de monitoreo.
Seis personas con chalecos de construcción efectuaron el primer turno sentados en sillas plegables, dotados con formas en papel para documentar el tráfico y detalles tales como el tiempo, el tipo de vehículo, el género y la etnia de los conductores y sus pasajeros.
De acuerdo con el grupo, más de una tercera parte de los residentes de Arivaca y 10 empresas de esa comunidad han firmado una petición para exigir la retirada inmediata del puesto de revisión temporal de la Patrulla Fronteriza, colocada desde hace siete años.
El punto de revisión es uno de los 11 puestos de control de la Patrulla Fronteriza, ubicados al norte de la frontera entre Arizona con México.
De acuerdo con el grupo, la Patrulla Fronteriza mantiene un total de 71 puntos de revisión carretera a lo largo de la frontera suroeste.
Los residentes de Arivaca y de otras comunidades fronterizas se han quejado de que sus derechos constitucionales son violados con frecuencia en estos puntos de revisión.
Los residentes se han quejado de detenciones prolongadas e injustificadas, de allanamientos ilegales con base en las alertas de los perros de servicio sobre contrabando inexistente y de interrogatorios y detenciones relacionadas a establecer su ciudadanía.
Los residentes de Arivaca, incluidos niños que van a la escuela, deben pasar por el puesto de revisión de la Patrulla Fronteriza cada vez que salen a la comunidad, y por lo tanto están constantemente sujetos a violaciones a sus derechos, asegura el grupo en el comunicado.
La discriminación racial, el acoso, las búsquedas injustificadas y la militarización en lo general, y el puesto de control en particular, han contribuido a una disminución en los valores del turismo, el comercio y la propiedad en la zona, señala.
El grupo indicó que seguirá pidiendo a sus representantes celebrar una audiencia pública sobre los impactos de los puestos de control de la Patrulla Fronteriza, para recabar evidencias de que no sirven tanto para proteger las fronteras de nuestra nación.