El consejo de administración de la petrolera española ratificó el martes por unanimidad el acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández tras varios meses de negociación. Los 5.000 millones de dólares, menos de la mitad de lo que exigió Repsol en un primer momento, son deuda reconocida por Argentina y se pagarán en bonos del Estado.
Las dos partes también renunciaron a cualquier acción judicial por la nacionalización de YPF, realizada por el gobierno argentino en abril de 2012. Argentina emitirá bonos por 6.500 millones de dólares para asegurar que el precio de mercado no sea inferior a 4.670 millones, según explicó Repsol en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
A partir de ese momento, la compañía española puede optar por cobrar ese dinero en caja o esperar al vencimiento de los bonos dentro de 12 años. En ese caso, la suma de capital más intereses podría generar ingresos de 9.000 millones de dólares, una cifra muy cercana a la compensación que pidió el presidente de Repsol Antonio Brufau. Repsol dijo que la decisión de cómo ejecutar la operación se tomará en función de la situación de mercado, pero que en cualquier caso el acuerdo “obliga” a Argentina a satisfacer un mínimo de 5.000 millones.