En un boletín emitido este jueves en Quito, el IG aseguró que una de las explosiones fue moderada y dio lugar a la formación de flujos piroclásticos que se extendieron 400 metros bajo los bordes norte y noroccidental del cráter.
Al mismo tiempo pudo ser observada una columna de emisión cargada de gases y ceniza, la cual llegó a una altura de 2.5 kilómetros sobre la boca del macizo, lo que produjo la caída de polvo volcánico en varios sectores del cantón Penipe, indicó la nota.
Esta actividad estuvo precedida por un leve incremento en la cantidad de sismos de circulación de fluidos a lo interno del volcán unas horas antes de la explosión y por episodios de tremor sísmico, añadió el comunicado del instituto.
Informó que a la primera explosión siguieron dos más de magnitudes reducidas, eventos que ocurrieron en momentos en que los diferentes parámetros que miden la actividad del coloso indicaban que ésta venía disminuyendo.
Desde que el volcán, ubicado en la zona andina ecuatoriana, se reactivó el pasado 1 de febrero, unas seis mil hectáreas de cultivos han resultado afectadas por las cenizas, al igual que más de dos mil 300 familias que habitan en áreas vecinas.