En un acto celebrado en el Palacio Chigi, la sede del gobierno, Matteo Renzi firmó la directiva que dispone la desclasificación del material mantenido bajo estricto secreto. Era un deber hacia los ciudadanos y hacia los familiares de las víctimas de episodios que representan una mancha oscura en nuestra memoria común, declaró el primer ministro.
Confirmó que la directiva prevé la apertura anticipada de archivos sobre hechos como la matanza de Ustica, ocurrida en 1980 en la isla del mismo nombre, cuando un avión de pasajeros de la aerolínea Itavia explotó misteriosamente en los aires, causando la muerte de sus 81 ocupantes.
También serán abiertos los archivos sobre el atentado de la plaza Fontana de Milán, que causó 17 muertos y 88 heridos en diciembre de 1969 y que abrió el periodo de terrorismo de extrema izquierda y extrema derecha conocido como los años de plomo.
Asimismo, la directiva prevé la apertura de los archivos del atentado de agosto de 1980 contra la estación de trenes de Bolonia, en el que murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas y que fue atribuido a militantes neofascistas. Otros archivos abiertos serán los de los atentados de Plaza La Loggia de Brescia de 1974, igualmente realizado por militantes neofascistas y que causó ocho muertos.
Contra el tren Italicus en 1974 (12 muertos, atribuido a la extrema derecha) o contra el Rápido 904 de 1984 (15 muertos, presuntamente perpetrado por la mafia), entre otros. Uno de los puntos que distingue a este gobierno es el de la transparencia y la apertura, declaró Renzi.
Dijo que la iniciativa prevé que los documentos sobre esos hechos serán abiertos según un criterio cronológico (del más antiguo al más reciente), superando el obstáculo del límite mínimo de 40 años previsto por la ley.