Son Osama Abdul Mohsen fue el refugiado sirio que sufrió un tropiezo a causa de una periodista húngara durante una transmisión en vivo, cuando éste trataba de huir de la policía local.
Por us parte, Petra László fue despedida de N1TV y podría pisar la cárcel, mientras que Osama Abdul trabajará como entrenador en la capital española.
Después del incidente en Hungría, Mohsen fue a parar a Alemania, donde reportes de prensa revelaron que había sido entrenador de fútbol en Siria. Eso ocasionó que una academia de fútbol española ofreciera reconstruir su vida. La escuela CENAFE, ubicada en el suburbio de Getafe, ayudó a traer a Mohsen a España y le proporcionará un empleo y un lugar donde vivir cerca de su instalación de entrenamiento.
“Con algo de suerte esto servirá como un ejemplo al resto de Europa”, dijo Miguel Galán, presidente de la escuela. “Necesitamos ayudar a esta gente”.
Galán tratará ahora de traer a la esposa de Mohsen y a sus otros dos hijos desde un campamento de refugiados en Turquía. Autoridades de Getafe trabajarán para legalizar la residencia de la familia en España tan pronto como sea posible para que Mohsen pueda comenzar a trabajar como entrenador. Él y su familia además tendrán que aprender español.
“Lo primero es ayudarle a establecerse”, dijo Luis Miguel Pedraza, de la escuela CENAFE. “Primero le ayudamos como gesto humanitario. Más tarde buscaremos algo. Él está interesado en nuestra escuela”.
Mohsen dijo que ya sabe cuál es una de las primeras cosas que quiere realizar con sus hijos en España: ir a un juego del Real Madrid. Galán dijo que el club ya hizo una invitación para que estén en el estadio Santiago Bernabéu pronto.
España acordó la semana pasada recibir 17.680 refugiados de Siria y otras naciones bajo un plan establecido por la Comisión Europea.
“Gracias a todos”, dijo Mohsen lentamente en un inglés imperfecto. “Esto es muy, muy importante para mi vida. Muchísimas gracias”.
Su hijo Zaid, de 7 años de edad, se veía cansado pero tuvo la fuerza para mostrar una amplia sonrisa y declarar su amor por el fútbol y por su más grande ídolo: “Cristiano Ronaldo“.
“Ahora siento que estoy en el cielo”, dijo a varias decenas de reporteros que lo esperaban llegar de Barcelona con Zaid y otro hijo. “Estoy muy feliz”.