Una iglesia que sufrió la pérdida de dos feligresas a causa de una explosión que destruyó dos edificios de apartamento en Nueva York recordó a ambas mujeres en el servicio religioso del domingo, entre lágrimas mezcladas con los cánticos religiosos, mientras los miembros de la congregación de una iglesia demolida en el derrumbe se unieron a los de otro templo cercano en el servicio dominical.
En el lugar de la explosión, los últimos escombros eran retirados y los investigadores se disponían a iniciar sus labores para establecer la causa del incidente.
Bethel Gospel Assembly perdió a sus feligreses Griselde Camacho y Carmen Tanco en la explosión que mató además a otras seis personas en el barrio de East Harlem.
“Sentimos el vacío. Ambas mujeres eran miembros muy activos”, dijo Michelle Robinson, la administradora financiera de la iglesia. Agregó que Tanco era en ocasiones de acomodadora en los servicios religiosos y que solía recibir a otros miembros de la congregación en la planta mayor de la iglesia.
“Somos una familia y todos echamos de menos los enormes abrazos que solía dar”, dijo Robinson.
El alcalde de Nueva York Bill de Blasio habló en la iglesia y visitaría luego el centro de oración en el que los miembros de la Iglesia Spanish Christian pasaron el domingo.
El sábado, varios trabajadores en el lugar de la explosión encontraron una biblia grande y la devolvieron al pastor de la iglesia, que se encontraba en uno de los edificios destruidos.
Más de 60 personas resultaron heridas en la explosión y más de 100 resultaron desplazadas.
La policía dijo que entre las víctimas figura la cocinera mexicana Rosaura Hernández, de 22 años, que trabajaba en un restaurante. Las autoridades mexicanas dijeron que otra ciudadana de ese país, Rosaura Barrios Vázquez, de 43 años, figuró entre los muertos.