El investigador del área de Ciencias Biológicas del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Fabio Germán Cúpul Magaña, expresó que al menos 15 especies de ciempiés y otro número similar de milpiés se han encontrado en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala (RBCC), “la mayoría habían sido descritas hace 50 o 60 años, y no se habían vuelto a ver”.
Estimó que en Chamela debe haber alrededor de 20 especies de ciempiés e igual número de milpiés, de las 168 que existen en el país.
Resaltó que hay un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que trabaja con el veneno de los ciempiés.
“Yo estoy enfocado en detectar qué especies hay, porque estas tal vez sean las que en un futuro puedan ser útiles desde el punto de vista de la salud“, manifestó.
Precisó que la investigación en la que participa consiste en conocer la diversidad de especies tanto de ciempiés como de milpiés en México.
Comentó que desde hace tres años trabaja en la Estación de Biología de Chamela, de la UNAM; pero otros investigadores le hacen llegar especies encontradas en diferentes estados para su revisión.
Señaló que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) aprobó un proyecto tendiente a elaborar un inventario de las especies de ciempiés que existen en este país.
“Esto implica visitas a cerca de 10 museos y colecciones en Europa, y a cinco o seis museos en Estados Unidos, y entre las instituciones educativas involucradas se encuentran las universidades de Padua, en Italia; la Autónoma del Estado de Hidalgo y la UdeG; además de los museos de Historia Natural de Londres y de Historia Natural de Virginia”, apuntó.
Mencionó que los ciempiés y milpiés pertenecen al grupo de los miriápodos, por su gran cantidad de pies, característica que presentan ambos; “los ciempiés tienen entre 15 y 191 pares de patas y los milpiés, desde 22 pares de patas hasta más 300″.
Explicó que la diferencia entre milpiés y ciempiés es que los primeros tienen dos pares de patas por cada segmento del cuerpo y la mayoría son cilíndricos y herbívoros; y los segundos, son de cuerpo comprimido tienen un par de patas por segmento y son depredadores”.
Detalló que su primer par de patas está modificado a manera de colmillos, que inyectan veneno, “este, en algunas especies, sobre todo asiáticas y sudamericanas, puede entumir, inflamar y destruir tejido de zona afectada y en casos aislados provocar la muerte”.
“Los milpiés, aunque también tienen la capacidad de producir sustancias que pueden ser desagradables para la nariz o la boca, o en ocasiones decoloran la piel, suelen convertirse en plagas de zonas agrícolas, y destruir cultivos”, concluyó.