Sin embargo, precisaron que antes de incorporarse a las conversaciones Guillermo Enrique Torres Cueter, alias “Julián Conrado“, recibirá atención médica. “Luego de su excarcelación, ha sido formalmente vinculado a esta delegación… ya se encuentra en la ciudad de La Habana”, anunció un comunicado de la delegación de paz de las FARC. “Mientras atendemos su precario estado de salud, el mencionado compañero estará al margen de actividades relacionadas con las conversaciones de paz”, agregó la nota publicada en el sitio digital de la organización rebelde.
El gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC tomaron el pasado 20 de diciembre un receso en los diálogos de paz que adelantan desde hace más de un año en la capital de Cuba para buscar un acuerdo que ponga fin al conflicto armado colombiano. De acuerdo con la agenda anunciada, las conversaciones de paz deben reanudarse el próximo 13 de enero.
El Gobierno de Colombia “retiró y canceló ante el Gobierno de Venezuela las solicitudes de extradición que pesaban contra Guillermo Enrique Torres Cueter, alias ‘Julián Conrado”’, informó el jueves la Oficina del Alto Comisionado para la Paz en un comunicado fechado en Bogotá y agregó la incorporación del guerrillero a la delegación de paz de las FARC. El escrito precisó también que “en Colombia, las investigaciones que adelanta la justicia en su contra continuarán, al igual que continúan contra todos los miembros de esa delegación”.
Torres Cueter fue capturado en 2011 en el suroeste de Venezuela y tiene por lo menos cinco procesos activos en la Fiscalía General de Colombia por delitos como lesiones personales con fines terroristas, reclutamiento ilícito de menores, narcotráfico y desplazamiento forzado. Los cargos penales se derivan de la participación de Torres Cuester en el conflicto armado interno de Colombia.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó el jueves su liberación inmediata pero el comunicado de las FARC no dio detalles sobre el viaje y la hora exacta de llegada a la capital cubana. Cuba, Noruega, Chile y Venezuela son países facilitadores de la mesa, que podría desactivar el conflicto armado interno en Colombia. Creadas en la décadas de los 60, las FARC tienen unos 9.000 hombres en armas.