NUEVA YORK (AP) Alex Ríos perdió la cuenta de los outs, pero el despiste del jardinero puertorriqueño no pasó a factura el sábado a los Reales de Kansas City en el cuarto juego de la Serie Mundial.
En el tercer inning, Ríos atrapó un elevado de Curtis Granderson en el corto del jardín derecho y parecía que no tendría dificultades para tirar al plato y evitar que Wilmer Flores, de los Mets, anotase desde tercera.
Pero Ríos empezó a trotar en dirección a la cueva, al creer que había atrapado el tercer out, no el segundo. Se percató del fallo cuando el jardinero central Lorenzo Cain le dio un grito, pero el lanzamiento no llegó a tiempo y Flores cruzó el plato.
La metida de pata de Ríos puso a los Mets con una ventaja de dos carreras, pero Kansas City reaccionó con un ataque de tres anotaciones en el octavo inning para acabar imponiéndose por 5-3 y tomar una ventaja 3-1 en la Serie Mundial.
“Fue un error mental”, reconoció Ríos. “¿Qué las vas a hacer? Lo que no puedes hacer es bajar la cabeza, hay que seguir compitiendo. Y los muchachos se encargaron de ayudarme y remontaron”.
La respuesta del manager de los Reales, Ned Yost, al preguntarle sobre si un fallo de esa clase no debería pasar en un juego de la Serie Mundial fue de clara irritación: “¿Y ustedes qué piensan?”.
Durante la postemporada, los Reales han reemplazado a Ríos en 11 de sus 15 partidos, más que nada para tener más garantías en defensa en los últimos innings.
Con 1.691 juegos en 12 años en las mayores, el boricua era el pelotero activo que más tiempo de servicio tenía sin acudir a una postemporada.
Ahora, sus Reales están a una victoria de consagrarse campeones.
“Vamos a seguir jugando fuerte hasta el final, tratando de competir hasta donde podemos llegar. Eso nos ha dado buenos resultados”, indicó Ríos. “Esta ha sido una tremenda experiencia. Pero todavía no se ha acabado”.