La Bonne Biere, un establecimiento situado en una esquina del barrio de moda parisino atacado por los hombres armados, abrió por la mañana del viernes. Desde los ataques, la cafetería estuvo cerrada y rodeada de flores, como los otros lugares atacados el 13 de noviembre en unos atentados en los que murieron 130 personas.
Paule Zlotnik, un tendero cercano, elogió la decisión. “Es hora de que abran y de que continuemos la vida como era antes”.
Las imágenes de una cámara de seguridad a las que tuvo acceso Associated Press muestran cómo dos hombres armados y vestidos de negro se acercan con calma a La Bonne Biere esa noche, disparan de forma deliberada sobre las mesas de la terrada y después se vuelven hacia un automóvil que aparece avanzando despacio a su espalda.
También el viernes, los ministros de Interior de la Unión Europea se reunieron en Bruselas para intentar cerrar un acuerdo y establecer un registro compartido con información de pasajeros de aerolíneas, que según Francia es una herramienta crucial para seguir la pista de los extremistas.
“Si no conseguimos un acuerdo hoy, será extremadamente difícil conseguir un acuerdo de cualquier clase”, dijo a su llegada a la reunión el vice primer ministro de Luxemburgo, Etienne Schneider.
El acuerdo daría acceso a las agencias de seguridad de la UE a información que recogen las aerolíneas, como nombres, fechas de viaje, itinerarios y datos de contacto y tarjetas de crédito.
Los expertos han reducido las discrepancias entre la preocupación por la seguridad y la defensa de los derechos de privacidad, pero no han logrado acordar si la información de los viajeros se almacenará durante seis meses o nueve, como pide Francia.
El sistema es “indispensable en la lucha contra el terrorismo”, dijo el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.