Una noche sangrienta es la que se ha vivido en el Shabbat judío y partes de este viernes en el Ramadán, cuando la Muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén se pintó de rojo tras el ataque a una agente de policía israelí y la muerte de sus tres atacantes al ser abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad.
Los atacantes acuchillaron a la agente policial momentos antes de ser alcanzados por las fuerzas de seguridad y fueran abatidos para perder la vida en ese lugar. Otros dos policías sufrieron lesiones de consideración en el momento del asalto, además de dos transeúntes palestinos que resultaron heridos sin gravedad a consecuencia de los disparos.
El ataque se dio en la concurrida zona de la Puerta de Damasco, el cual se trata del principal acceso al barrio musulmán del recinto histórico amurallado, esto fue poco después de que sonara el cañón que indica la finalización del ayuno que se da en cada uno de los días dentro de ese mes sagrado.
El Estado Islámico ha reivindicado por la madrugada el ataque, esto dentro de un comunicado difundido en la red encriptada Telegram, en donde los terroristas afirmaron que tres de sus combatientes “atacaron un grupo de judíos”, además de advertir que “este ataque no será el único”.
Desde el pasado 27 de mayo el Ramadán se estaba desempeñando de manera normal, sin consecuencias mortales, esto a pesar de las aglomeraciones de fieles palestinos en la mezquita de Al Aqsa, el cual se trata del tercer lugar sagrado del Islam que está situada en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Esta jornada del tercer viernes del mes se estaba desarrollando sin mayores complicaciones , teniendo custodia de las patrullas de policía y del cuerpo de fronteras apoyadas desde el aire por helicópteros.