El mandatario aseguró que su deber es hacer cumplir la ley, al recordar que el ex asambleísta opositor está sentenciado a prisión por injurias contra su persona y debe responder ante la justicia por ello.
Advirtió que lo que suceda en Sarayaku será de absoluta responsabilidad de los dirigentes de esa comunidad (indígena) y de los sentenciados que se refugian en ese sitio en lugar de cumplir con su condena.
La comunidad de Sarayaku está haciendo pura y simple politiquería. Actúan como si tuviéramos un Estado dentro de Ecuador. No se puede ceder ante esta barbaridad, aquí hay que respetar el estado de derecho, sostuvo Correa.
Insistió en que lo que suceda será culpa de la comunidad y de los tres sentenciados, que en lugar de cumplir con su condena se van a refugiar entre dirigentes politiqueros.
La policía busca a Jiménez y a los activistas Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa para que el primero y el segundo cumplan una condena de 18 meses de prisión, y el tercero una de 180 días de arresto por injurias contra el gobernante.
Correa fue acusado por Jiménez, Villavicencio y Figueroa de ordenar la incursión armada al hospital de la Policía, donde permaneció algunas horas en la revuelta del 30 de septiembre de 2010, que dejó varios muertos y heridos.
En diálogo con periodistas, Correa calificó de grave la protección que está dando la comunidad de Sarayaku a los tres sentenciados, de quienes dijo, me acusaron falsamente de genocida y están exponiendo y utilizando a esa comunidad.