Al cumplir siete años en la Presidencia, Correa dijo en una entrevista con la Radio Pública que aunque se han logrado resultados en los procesos educativo, judicial y económico, “hay que seguir trabajando” para mejorar mucho más.
El mandatario consideró este miércoles que “lo más importante” que ha emprendido su administración es la “revolución en la educación, más que las carreteras, las hidroeléctricas, los aeropuertos, los puertos y los hospitales mismos”.
“Han sido siete años maravillosos, esto ya es leyenda”, sostuvo el jefe de Estado ecuatoriano, al dejar en claro que además de la educación, que según dijo “es la base de la democracia”, la “obsesión debe ser vencer la pobreza”.
El presidente se declaró optimista frente al futuro que le espera a su nación, debido a que en su opinión, Ecuador “ha recuperado la fe, la autoestima y un país con esa actitud pues no hay nada que no pueda lograr”.
“Así que Ecuador, ni un paso atrás, siete años maravillosos, esto ya es leyenda. Ya se conoce este proceso como el milagro ecuatoriano, pero seguiremos trabajando por esa patria nueva de todos y de todas”, añadió el gobernante.
Consideró, sin embargo, que “el trabajo no es del presidente exclusivamente, no es del gobierno, es de cada uno de nosotros. Todos a cambiar lo que tenemos que superar para que cambie el país”, recalcó.
En el frente internacional, Correa reafirmó su compromiso con el proceso de integración regional y dijo que “estaremos en donde nos necesiten” porque “queremos construir la Patria Grande y construir ciudadanos sudamericanos”.
Planteó la necesidad de seguir fortaleciendo bloques como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).