Los hispanos están literalmente sintonizados, afirmó Alex Nogales, presidente de la Coalición Nacional de Medios Hispanos. Muchos miembros de la comunidad trabajan en empleos como la construcción o la hostelería y no tienen tiempo de ver la televisión, señaló, de modo que escuchan la radio.
La radio en español es desde hace décadas un puente electrónico entre Estados Unidos y sucesivas generaciones de hispanos recién llegados que tratan de comprender su nuevo estilo de vida en un nuevo lugar, especialmente en cuestiones de inmigración, señala Dolores Inés Casillas, profesora de la Universidad de California y autora de “Sounds of Belonging: U.S. Spanish-language Radio and Public Advocacy”, un libro sobre el asunto.
Estas emisoras son un aliado para la comunidad hispana, señala Casillas, y ofrecen una sensación de anonimato para una población que se siente vulnerable a nivel legal.
Durante la Gran Depresión, los mexicanos dependieron de la radio para seguir las noticias sobre los planes del gobierno federal de expulsar a entre 500.000 y un millón de migrantes mexicanos y mexicano-estadounidenses porque supuestamente quitaban empleo a los blancos. En la década de 1980, decenas de miles de migrantes hispanos que estaban en el país sin permiso de residencia descubrieron por la radio cómo apuntarse a un programa de amnistía federal aprobado por el presidente Ronald Reagan.
Hoy, la radio en español ha encontrado un filón en las declaraciones de Trump sobre delincuentes llegados desde México y mujeres que acuden para tener “bebés ancla”. También en otras propuestas del favorito a la candidatura republicana, como construir un muro en la frontera y deportar a los aproximadamente 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso de residencia antes de permitir que “los buenos” regresen.
Las personas con ascendencia mexicana suponen casi dos tercios de los aproximadamente 54 millones de hispanos del país.
Nogales señala que el mensaje sobre migración de Trump ha indignado a millones de hispanos frustrados con los dos grandes partidos por no ponerse de acuerdo para legalizar a las personas que en Estados Unidos carecen de documentación para residir allí.
Activistas promigrantes y otras personas han empleado la radio en español en algunos mercados para criticar a Trump y otros candidatos republicanos.
En Las Vegas, el mayor sindicato y la organización de migrantes más grande del estado saturaron las ondas de estas emisoras con un anuncio contra el magnate. El anuncio instaba a los oyentes a participar en una marcha en agosto que atrajo a unas mil personas en un recorrido hasta el hotel Trump International de la ciudad. Más de la mitad de los 55.000 miembros del Culinary Union Local 226 son hispanos.
Nevada es uno de los estados indecisos donde ambos partidos cortejan a los votantes hispanos.
Carlos A. Sanchez, coordinador de campañas políticas para el grupo liberal People Fort he American Way, describió la radio en español como una potente herramienta para llegar a hispanos a los que no es fácil acceder desde otros medios.
Su organización ha producido anuncios de radio en español contra el republicano Marco Rubio en Denver y Miami, y contra el gobernador de Wisconsin Scott Walker en Milwaukee.
La pugna de este año por la candidatura republicana incluye a dos candidatos, Jeb Bush y Rubio, que hablan español fluido. Bush pasa del inglés al español cuando habla en localidades y con los medios, especialmente en el sur de Florida.
A diferencia de los conservadores programas de conversación en la radio en inglés, donde dominan figuras como Rush Limbaugh, Sean Hannity y Laura Ingraham, las ondas en español carecen de una voz que destaque con una audiencia nacional. Ése lugar suelen ocuparlo ciudadanos activistas, abogados de migración y otras personas.
En Estados Unidos hay más de 500 cadenas de radio con un formato en español que llegan a unos 15 millones de hispanos. Pero sólo unas 30 emisoras tienen noticias o programas de conversación, según el Pew Hispanic Center.
Eso implica que los oyentes en español reciben muchos comentarios de fuentes poco habituales, señaló Federico Subervi, ex profesor de la Universidad Estatal de Kent y que lleva décadas estudiando a los medios hispanos.
Las declaraciones de Trump, señaló Subervi, han hecho que locutores en cadenas que normalmente no hablarían de política o inmigración aborden el tema. Y la cobertura en las cadenas que sí cubren noticias sobre la campaña cambia de ciudad en ciudad, reflejando la diversidad entre los hispanos que viven en Estados Unidos.
En Miami, donde la radio en español es popular desde hace tiempo entre la gran y conservadora comunidad cubana, la presentadora de “Cada Tarde” Carines Moncada expresó su comprensión por los estadounidenses que apoyan a Trump.
Pero el magnate ha encontrado menos apoyo en Los Ángeles, donde los oyentes del popular locutor Ricardo “El Mandril” Sánchez han ridiculizado a “el hombre del peluquín”. En un acto de campaña, Trump invitó más tarde a una mujer del público para que tocara su pelo y comprobara que era real, y Sánchez invitó a Trump a acudir a su programa.