Cinco trabajadores de una instalación nuclear japonesa han estado expuestos a altos niveles de radiación después de que una bolsa conteniendo plutonio aparentemente se rompió durante una inspección de equipo.
La contaminación se encontró dentro de las fosas nasales de tres de los cinco hombres, una señal de que habían inhalado polvo radiactivo, dijo el miércoles la Agencia de Energía Atómica de Japón (JAEA).
Los cinco también tenían material radiactivo en sus extremidades después de quitar el equipo de protección y tomar una ducha.
El portavoz de la agencia, Masataka Tanimoto, dijo que uno de los hombres tenía altos niveles de exposición al plutonio en sus pulmones. El trabajador, de unos 50 años, había abierto la tapa del contenedor cuando algunos de los 300 g de plutonio y uranio en la bolsa rota salieron volando.
El incidente ocurrió el martes en el centro de investigación y desarrollo de la agencia Oarai, una instalación para el estudio del combustible nuclear que utiliza plutonio. Se encuentra en la prefectura de Ibaraki, justo al norte de Tokio.
La exposición interna crea la mayor preocupación debido al riesgo de cáncer. La exposición del hombre, 22,000 Becquerels (unidad de medida de actividad radiactiva), podría significar que el efecto en sus pulmones puede no ser inmediatamente amenazante para la vida, pero se sumaría con el tiempo, y que tendría que ser monitoreado regularmente, dijo Makoto Akashi, médico del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas, donde se está tratando a los trabajadores.
Shunichi Tanaka, presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear, culpó a la complacencia rutinaria del trabajo como una posible causa. Los reguladores han comenzado a investigar posibles violaciones de los estándares de seguridad en las instalaciones.
Para reducir las existencias de las grandes reservas con las que cuenta, Japón planea quemar plutonio en forma de combustible Mox -una mezcla de plutonio y uranio- en reactores convencionales.
Pero el reinicio de las centrales nucleares detenidas ha avanzado lentamente en medio del persistente sentimiento antinuclear desde la fusión nuclear de Fukushima en 2011, causada por un terremoto y un tsunami.