El caso de Rachael Knappier, una joven que acudió a una “Fiesa de Botox”, tuvo un resultado catastrófico, pues su rostro quedo ‘perfectamente’ deforme.
“La cosmetóloga, que asumí en ese momento era una enfermera, no me pidió que firmara ningún formulario de consentimiento, por lo que debí haberme alarmado pero estar en una fiesta con amigos me quitó toda la seriedad de tener un relleno inyectado en la cara”.
Rachel Knappier asistió a la fiesta y entre copa y copa, perdió el control; pidió un aumento en sus labios sin saber el resultado, ya que estuvo a nada de estar a nada de perderlos.
A la joven le pusieron parte del líquido en una arteria, ocasionando una inflamación en sus labios. No obstante, el final del procedimiento llevaba una crema que complicó la situación por la que ya estaba pasando.
Al acudir con los médicos, y tras una revisión con especialistas, le diagnosticaron una oclusión vascular. Además se enteraron que la “experta” pasó algún tiempo en prisión.
Rachel Knappier, afortunadamente, estuvo 72 horas en dicha revisión y la hinchazón de sus labios comenzó a disminuir. Luego de tres meses, sus labios volvieron a la normalidad.