El Cosmódromo Vostochny, situado unos 5.500 kilómetros (3.400 millas) al este de Moscú y cerca de la frontera con China, proporcionará a Rusia sus propias instalaciones para gestionar viajes tripulados al espacio y reducir su dependencia de Kazajistán, donde Rusia arrienda la legendaria base de lanzamientos soviética en Baikonur.
Trabajadores de Vostochny que llevaban meses sin cobrar y fueron a la huelga en primavera se vieron compensados tras acudir directamente a Putin. Los responsables de tres firmas subcontratadas fueron detenidos y después acusados de corrupción, y se sospecha que uno de ellos desvió cerca de un millón de dólares.
Durante su visita al lugar el miércoles, Putin insistió en que los salarios habían dejado de pagarse debido a esas firmas subcontratadas y aseguró que los fondos salían del presupuesto federal como estaba previsto.
El presidente criticó a la agencia rusa espacial, Roscosmos y a la empresa estatal que supervisa la construcción por ejercer un pobre control de los contratistas.
“Ustedes deben prestar especial atención a las cualificaciones del personal que contratan porque hemos visto una cantidad significativa de defectos de construcción aquí”, dijo en declaraciones televisadas.
El viceprimer ministro, Dmitry Rogozin, dijo a Putin que las autoridades presentarán cargos por 20 casos de supuesta malversación y fraude.
La construcción de la plataforma de lanzamiento lleva cuatro meses de retraso respecto al calendario previsto, y Putin dijo el miércoles que espera que la agencia especial la tenga lista para hacer un primer despegue en abril.